Edificio en el que los afectados por el incendio de Valencia han sido realojados
Acaba el realojo de las familias afectadas por el incendio de Valencia
Un total de 187 adultos y 42 menores viven en el edificio que el Ayuntamiento puso a su disposición en el barrio de Zafranar
Un total de 229 afectados por el incendio de un edificio en el barrio de Campanar de Valencia el pasado 22 de febrero, donde murieron diez personas, ya viven en el edificio del barrio de Zafranar habilitado por el Ayuntamiento, con lo que se ha dado por finalizado el proceso de realojo de familias.
Según ha informado este jueves el Consistorio en un comunicado, son 187 adultos y 42 menores los que se han instalado en 99 de las 131 viviendas municipales disponibles, situadas en el distrito de Patraix. Al respecto, el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, ha explicado que estos nuevos vecinos de la zona comenzaron a trasladarse a este inmueble pocos días después del siniestro y que las familias con niños, mayores, dependientes y las que tienen necesidades especiales han tenido prioridad a la hora de entrar a vivir en dicho edificio.
Movilización del Ayuntamiento
«Dentro del contexto de las ayudas de emergencia, concedidas por el Ayuntamiento de Valencia a los afectados del incendio del edificio de Campanar, ya se ha dado por finalizado el proceso de realojo de las familias», ha destacado Giner. Por lo que respecta a las 131 viviendas, 85 de estas tienen dos dormitorios con una superficie útil de entre 45 y 53 metros cuadrados, mientras las 46 viviendas restantes tienen tres dormitorios y cuentan con una superficie entre 65 y 74 metros cuadrados.
El edificio, que tiene una superficie de 15.104,05 metros cuadrados, de los que 10.476,04 metros son de uso residencial, también dispone de 84 plazas de garaje distribuidas en dos sótanos y 22 cuartos trasteros, igualmente construidos en los dos sótanos. Además, tiene habilitadas 131 plazas de bicicleta en la planta baja con acceso desde el zaguán.
Los trabajos de adecuación de los pisos se han llevado a cabo por una treintena de personas trabajadoras de la Concejalía de Vivienda y Urbanismo que, desde el día siguiente al incendio, trabajaron voluntariamente para dotar a estos hogares de los servicios de luz y agua. El personal de este departamento se suma a otros centenares de trabajadores municipales que se movilizaron para atender las necesidades surgidas, según el comunicado del Ayuntamiento.
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