El sistema de riego del «abeto de Vox» en Valencia fue manipulado

Pocas veces un árbol hizo correr tantos ríos de tinta. Claro que, en estos tiempos de confrontación política exacerbada, cualquier detalle puede servir como munición contra el adversario. Durante meses, PSPV y Compromís han alimentado la polémica en torno al abeto de Nordmann (o del Cáucaso) de 11 metros trasladado desde Pistoia (Italia) a Valencia las pasadas Navidades por la Concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valencia, que dirige el segundo teniente de alcalde, Juan Manuel Badenas (Vox).

El árbol navideño, cuyos costes ascendieron a 10.690,54 euros, fue instalado en un primer momento en la céntrica plaza de la Reina, para ser luego trasladado al barrio de San Marcelino, donde se ha secado, lo que ha conducido a que fuera retirado, hace unos días. Desde la izquierda se criticó en su momento su adquisición y, posteriormente, su muerte. Según ha podido saber este diario, alguien con conocimientos técnicos intentó acelerar el secado del árbol.

«El dispositivo de riego del ejemplar de abeto había sido manipulado para interrumpir su funcionamiento programado, desconociéndose la autoría ni el momento en que dicha manipulación pudo llevarse a cabo», reza un informe de Parques y Jardines en posesión de El Debate.

El escrito, eso sí, precisa que este boicot no fue decisivo para acabar con la vida del ejemplar. «Una vez extraído de su ubicación en terreno, el cepellón del ejemplar de abeto presentaba adecuadas condiciones de humedad y no estaba reseco como hubiera correspondido a un prolongado periodo carente de riego. Cabe por tanto concluir que la manipulación del dispositivo automático de riego no fue determinante en las causas que han conducido a su remoción y reposición por otro árbol», detalla el informe, que apunta también a la «complicada viabilidad» del abeto en Valencia «dada su talla y escaso desarrollo radicular y capacidad de regeneración».

La semana pasada, el portavoz socialista en el Consistorio, Borja Sanjuán, tachaba a Badenas de «inepto» y tildaba de «ridículas» sus explicaciones sobre que el abeto había servido «de reclamo para impulsar las ventas del comercio y la hostelería». Asimismo, criticaba que se hubiera «gastado más de 10.000 euros de los valencianos en hacerse una foto con un abeto de Navidad que se le ha muerto cinco meses después, en pleno año de la Capitalidad Verde Europea».

Desde Compromís tampoco escatimaron en críticas hacia el edil de Parques y Jardines y Empleo. Así, el concejal de los nacionalistas Ferran Puchades se refirió al «despropósito de la compra y muerte del abeto alpino» y acusó a Badenas de «arboricida» y de ejercer una «negligente gestión del dinero público».

Este boicot al sistema de riego del abeto llega poco después de que uno de los árboles más emblemáticos de Valencia, un ficus del entorno de la plaza de España, fuese envenenado. Unos hechos por los que el Ayuntamiento de la ciudad del Turia se plantea tomar «las acciones legales que sean oportunas», según apuntó hace unos días el portavoz del equipo de gobierno, Juan Carlos Caballero. Desde el entorno de Badenas consideran que estos ataques a árboles pueden enmarcarse dentro de una campaña premeditada contra las áreas que gestiona Vox en el Consistorio.