La trama Koldo-Ábalos-Cerdán también ha dejado sus huellas en la Comunidad Valenciana, su larga sombra ha ennegrecido las cuentas de diversos ayuntamientos gestionados por la izquierda, tanto socialista como de Compromís, entre los se encuentran la ciudad de Valencia, Alcora, Jávea, Sagunto, Paterna, Vinaroz, Teulada, Dolores, Jijona, Rafelbunyol, Altea, Llíria y L'Alcudia de Crespins, entre otros.

En total veintiún contratos formalizados bajo el paraguas de alcaldías de la izquierda a lo largo de las tres provincias de la Comunidad Valenciana por un importe de 34 millones de euros más IVA, y con la participación de una empresa relacionada con el entorno del socialismo valenciano. No hay que olvidar que Ábalos era el todopoderoso referente socialista en Valencia, Koldo tiene intereses inmobiliarios en Benidorm, y Santos Cerdán, según la UCO, era el que autorizaba todas las mordidas con la administración socialista tanto estatal, autonómica como local.

Las investigaciones de la UCO establecen que pudo existir un entramado de corrupción bajo administraciones socialistas y de Compromís durante años y más concretamente desde el año 2017. Es paradigmático que en el Ayuntamiento de Valencia presidido por Joan Ribó, de Compromís, y de Sandra Gómez, socialista y responsable de urbanismo, se concedieron contratos por un valor de 3.5 millones de euros a la empresa investigada por corrupción en la trama Koldo-Ábalos-Cerdán, cuyo responsable José Ruz, está siendo investigado por pago de «mordidas» y que, según la UCO, puso en nómina a Koldo para pagar un sueldo mensual a Ábalos tras ser destituido como ministro de Transportes.

Esta sombra valenciana de la trama llegó incluso a proporcionar a dicho empresario valenciano, una línea segura telefónica para hablar de adjudicaciones públicas gestionada por Koldo, todo según el propio informe de la UCO. Esta sospecha de colaboración en la corrupción tiene un indicio claro ya que tanto Koldo como José Ruz se referían a Ábalos como «el jefe», y no hay que olvidar que según la información que va transcendiendo, era Cerdán quién supervisaba todas las operaciones de la trama desde el año 2014.

Mientras la UCO investiga estas mordidas que afectan de lleno a la izquierda valenciana, tanto el PSOE como Compromís pretenden participar en la manifestación del día 29 de junio convocada contra Mazón y que lleva como lema «contra la corrupción en la reconstrucción», en la que sin duda participarán Joan Ribó, Diana Morant, Pilar Bernabé, y diversos dirigentes de Compromís y del PSOE, que a estas horas están callados ante la investigación de la UCO y que pone bajo sospechas millones de euros de dinero público en contratos de dudosa legalidad, pretendiendo sembrar dudas en los contratos de la reconstrucción de la Generalitat Valenciana.

Esta pretendida «supremacía moral» de la izquierda, que de forma tan ligera se coloca tras las pancartas contra la corrupción, es pura hipocresía y empieza a recordarnos a esas consignas del peronismo argentino que decían: «ladrón o no ladrón, queremos a Perón», pues ahora españolizando dichas consignas los lideres de la izquierda entonarán: «ladrón o no ladrón queremos a Sánchez Castejón», como recordó Elías Bendodo en la sesión de control al Gobierno el miércoles pasado en el Congreso de los Diputados.

Mientras tanto la reconstrucción sigue dando buenas noticias a los ciudadanos afectados por la riada de octubre pasado, y así el viernes 27 se puso en marcha la línea del metro que une la comarca de L'Horta Sud con la ciudad de Valencia, permitiendo la movilidad a más de 400.000 personas, con un coste de 140 millones de euros pagados íntegramente por la Generalitat sin ayuda alguna del Gobierno de Bernabé-Morant-Baldoví, que continúa estrangulando las cuentas del Consell, pero que siguen sin exigir que el Gobierno de Sánchez pague lo que debe a los afectados.

Para todos los valencianos , a partir de ahora, el símbolo de la recuperación será la moderna estación de metro de Paiporta y sus medidas de prevención de inundaciones, así como toda esta obra inmensa ferroviaria que ha supuesto la recuperación de 50 Km de vías y tres líneas con 20 paradas en municipios como Picanya, Paiporta o Torrent, y que ha permitido retirar las 25 líneas de autobuses lanzadera que se pusieron en marcha como transporte alternativo y que han dado servicio durante estos 8 meses a 4.3 millones de pasajeros.

Ese es el contraste de gestión, mientras la izquierda se manifiesta contra la corrupción, estando inmersa en una investigación de la UCO sobre contratos de obra pública con sospechas de mordidas desde el año 2017 hasta unos días antes de las elecciones de mayo de 2023, el Consell trabaja en la recuperación y reconstrucción de las infraestructuras dañadas por la riada que ya ha supuesto una movilización de más de 2.400 millones de euros entre contratos para la recuperación, ayudas directas a fondo perdido a los afectados y dotaciones de créditos sin intereses a las empresas.

La Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia trabajan y la izquierda valenciana de Baldoví-Bernabé-Morant protesta mientras intenta tapar la larga sombra de Koldo-Ábalos-Cerdán en la Comunidad Valenciana, seguro que los ciudadanos están tomando buena nota y así lo ponen de manifiesto las encuestas electorales.

Fernando de Rosa es magistrado y diputado del PP en el Congreso