Ternero muerto tras sufrir una infección por un ataque de lobo en Lugo
El campo gallego
Ganaderos gallegos, desesperados por el lobo: «Nos matan el ganado y nos quedamos sin nada, sólo con los gastos»
Los profesionales señalan que aunque el animal no llegue a morir en el momento, las infecciones son, en su mayoría, imposibles de curar
La problemática del lobo en España se sitúa como una de las amenazas para la, ya más que atacada, ganadería nacional. Los últimos datos recogidos por la Consejería de Medio Ambiente de Galicia cuenta con un recuento de 1.644 avisos por ataques de lobo en la región en un año. Este número se tradujo en 2.800 muertes entre las que se encontraban caballos, ovejas, cabras y vacas.
El agravio está, según los ganaderos, en la calificación del lobo como especie silvestre en régimen de protección especial. En España, el lobo se encuentra dentro del listado de especies protegidas y no se puede cazar en ninguna comunidad autónoma desde septiembre de 2021.
Eugenia es ganadera. Su trabajo se desarrolla en la zona del norte de Lugo, precisamente, donde los ataques de lobo están más acentuados. «Nadie está en contra del lobo ni a favor de matarle. Lo que no queremos es que venga a alimentarse de nuestro trabajo», asegura en declaraciones para El Debate. «Si nos matan el ganado, nos quedamos sin nada. Sólo nos quedamos con los gastos», subraya preocupada.
No queremos que se coman nuestro trabajo
Después de la protección a la que está sometida el lobo, la población ha crecido notablemente. Esto, supone un perjuicio para los ganaderos que no temen la matanza de sus animales.
Ternero atacado por un lobo en Lugo
Además, el problema no está únicamente en el momento en el que el lobo mata al ganado, sino que esto se extiende a los ataques que no acaben en muerte. «Los que quedan heridos acaban muriendo por infección», narra Eugenia que recuerda como varios de sus terneros tenían pequeñas heridas que desencadenaron, a pesar de los cuidados, en el fallecimiento. Si tenemos en cuenta este dato, es importante recordar que, a veces, estas heridas no pueden ni siquiera detectarse por los ganaderos que no las ven y no tienen opción de intentar curarlas.
Herida provocada por un ataque y que apenas se apreciaEl Debate
La protección de los animales está supeditada también a la disponibilidad de perros mastines que se encarguen de evitar que el lobo mate al ganado. Sin embargo existen varios problemas al respecto. El primero es la poca existencia de criaderos de esta raza protectora en Galicia. La segunda, según apuntan los ganaderos, es que estos perros cuidan los rebaños más grandes por lo que cuando, por ejemplo, una vaca está embarazada y es apartada para recibir una atención especial, queda desprotegida.
Rebajar el nivel de protección
El coordinador de Medio Rural del PPdeG, Avelino Souto, participó en la jornada en la que se debatió una proposición de ley del Partido Popular relativa a la conservación del lobo en España y su cohabitación con la ganadería extensiva y la lucha contra lo reto demográfico.
Souto abogó hoy por recuperar el equilibrio y la convivencia entre el lobo y los ganaderos mediante la rebaja del nivel de protección con el que cuenta actualmente esta especie: «Se trata de garantizar la supervivencia de nuestros ganaderos y del rural gallego», apuntó.
«Hace unas semanas se debatió en el Senado esta misma proposición para rebajar la protección del lobo y tanto el PSOE como el BNG votaron en contra. Es decir, votaron en contra de los intereses del rural», recordó.
Por su parte, ASAGA (Asociación Agraria de Galicia) ha asegurado en declaraciones para este medio que los ganaderos han «convivido con el lobo desde siempre y también queremos que se proteja». Ahora bien, puntualiza, «la inclusión por parte de la ministra Ribera del lobo en el LESPRE ha cambiado las reglas de juego, al no poder las comunidades autónomas gestionar las poblaciones de lobo como se venia haciendo hasta el 2021». «Las poblaciones han aumentado exponencialmente rompiendo el frágil equilibrio existente», ha afeado asegurando que los ganaderos se sienten completamente «indefensos».
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