Estos son los pueblos más bonitos de Galicia

Mondoñedo

Mondoñedo, una localidad lucense, destaca por su valioso patrimonio histórico y cultural, además de por su riqueza natural y su reconocida gastronomía. En este contexto, Condé Nast resalta su catedral, de la cual comenta: «Fue construida en el siglo XIII debido a que Mondoñedo se convirtió en sede episcopal, título que llevaba queriendo alcanzar durante décadas. Es de estilo románico pero, con el paso del tiempo, se fueron integrando el estilo gótico y barroco». La publicación también subraya las peculiares calles de Mondoñedo, con «esos edificios blancos con alargadas cristaleras tan típicos de la zona». Entre los edificios emblemáticos de la localidad, Conde Nast menciona la Iglesia Parroquial de Santiago y la Casa Consistorial. Además, resulta inevitable hablar de Mondoñedo sin hacer referencia a su hijo más ilustre, Álvaro Cunqueiro, a quien la revista describe como «uno de los escritores gallegos más prolíficos del siglo XX, que destacaba por el uso de figuras del folclore gallego». Cunqueiro es honrado en la ciudad con una estatua situada sobre un barco frente a la catedral, para que, según la publicación, «el escritor pueda observar la belleza del templo de Mondoñedo para siempre».

Muros

Situado en la ría Muros-Noia (La Coruña), es descrito por Condé Nast como «el perfecto pueblo pesquero, con una orilla de coloridas casitas». Sin embargo, la publicación advierte que «ocurre con él lo mismo que si juzgas un libro solo por su portada, y es que puedes llegar a perderte la mejor parte si abandonas al principio». Este encantador pueblo, conocido por sus calles empedradas, ofrece múltiples atractivos. Entre ellos, la prestigiosa revista destaca de él «sus casas tradicionales, los hórreos que aparecen de la nada y sus pequeñas ermitas». Además, resalta su casco histórico, considerado «uno de los mejor conservados de todo Galicia, nombrado incluso Patrimonio Histórico-Artístico». Finalmente, la prestigiosa publicación menciona el molino de Mareas, construido a principios del siglo XIX, uno de los más grandes de Galicia, como un punto de interés imprescindible.

Combarro (Pontevedra)

Combarro, una pintoresca localidad de la provincia de Pontevedra, recibe una curiosa definición por parte de Condé Nast, que sugiere visitarla «si no tienes mucho tiempo y quieres conocer Galicia de forma resumida». Y no les falta razón, ya que este pequeño pueblo reúne todas las estructuras típicas de la región de Galicia. La publicación destaca especialmente que «los hórreos son su principal atractivo», distribuidos por todo el pueblo e incluso «a orillas del mar». Aunque los hórreos son protagonistas en la mayoría de las fotografías, la revista especializada subraya que Combarro también merece ser explorado por su bien conservado casco antiguo, sus «viviendas pesqueras que datan de los siglos XVIII y XIX», y la abundancia de cruceros en cada plaza y cruce de caminos. Con apenas 1.500 habitantes, Combarro es descrito por la revista como una verdadera concentración de Galicia en un solo pueblo.

San Andrés de Teixido (La Coruña)

Tirando del refranero popular, la prestigiosa revista inicia su relato sobre San Andrés de Teixido, en La Coruña, recordando el dicho «va de muerto el que no fue de vivo». Este refrán refleja la importancia de la romería al santuario, que se celebra el 8 de septiembre y se ha convertido en uno de los mayores atractivos para los turistas que visitan el pueblo. Pero la revista especializada no se queda en eso exclusivamente porque San Andrés de Teixido tiene mucho que ofrecer. Es por esto por lo que el artículo hace referencia a las impresionantes vistas desde los acantilados de la Vixía Herbeira, sobre los cuales escribe: «Una de las mejores instantáneas de toda Galicia». La publicación subraya que estos acantilados, con una altura de hasta 615 metros sobre el nivel del mar, son uno de los más altos de Europa continental.

Tui (Pontevedra)

«Esta localidad se encuentra en un cerro a orillas del Río Miño al sur de la provincia, y está coronada por la Catedral de Santa María, una de las más famosas de Galicia», así comienza la publicación su referencia a Tui en la provincia de Pontevedra. Esta catedral, finalizada en 1225, es una mezcla de estilos románico y gótico, convirtiéndose en una visita obligada. Además de la catedral, se recomienda explorar el casco antiguo de Tui, visitando lugares emblemáticos como el túnel de las monjas clarisas y la Iglesia de San Bartolomé. La revista también destaca la importancia histórica de Tui, subrayando su papel estratégico respecto a Portugal, con el Río Miño como frontera natural. Por ello, sugiere cruzar el Puente Internacional, que conecta Tui con Valença do Minho.

Betanzos (La Coruña)

«La capital de gótico gallego», así define la publicación a Betanzos. Además, explica la razón por la que esta localidad coruñesa alberga tantos edificios y de gran valor arquitectónico porque «fue hogar de muchas familias de nobles, y gente adinerada, que acudía al pueblo al haber sido nombrado capital de provincia en 1465 (lo que venía a significar que por allí se movería el dinero)». De nuevo, el casco histórico cobra importancia del que la prestigiosa publicación destaca que «hay más monumentos que farolas, todos ellos construidos en los siglos XIV y XV». Entre los edificios más notables, se mencionan la Iglesia de Santa María del Azogue y la Iglesia de San Francisco. Además, la revista especializada subraya la presencia de numerosos pazos, casas señoriales y palacetes modernistas que «plagan Betanzos». Por último, no podía faltar la mención a El Pasatiempo, el primer parque temático de España, creado por los hermanos García Naveira.

El Cebreiro (Lugo)

El Cebreiro es el primer punto de encuentro para los peregrinos que inician el camino francés. Situado en la sierra de los Ancares, a unos 1.300 metros de altitud. Sobre este paraje de gran importancia en la ruta de peregrinación, Condé Nast señala que «al llegar al puerto te encontrarás con un pueblo de calles indisciplinadas, en las que aparecen de la nada las llamadas pallozas, casas primitivas de origen celta del noroeste español». Estas pallozas se han convertido en un verdadero ícono, siendo el principal motivo de visita a la localidad. Además, no podía faltar la mención a una de las joyas arquitectónicas de El Cebreiro: La iglesia prerrománica de Santa María, que data del siglo IX.

Allariz (Orense)

La publicación inicia su relato sobre Allariz, un pintoresco pueblo orensano, mencionando que fue nombrado «Real Villa» por Alfonso VI lo cual resultó ser solo una premonición de su futuro. Alfonso X El Sabio no solo se educó en Allariz, sino que también residió allí durante una buena parte de su vida y disfrutó de largas temporadas de veraneo en sus calles. El casco histórico de Allariz también recibe una mención especial, habiendo sido declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1971. La revista subraya la importancia de visitar la iglesia de Santiago, el convento de Santa Clara, y el barrio judío extramuros, al que describe como «especialmente grande y muy bien conservado». Además, se destaca que Allariz «forma parte de la Reserva de la Biosfera Área de Allariz», un entorno ideal para la práctica de deportes como el senderismo.

Redes (La Coruña)

«Esta es una aldea de lo más especial» así comienza la descripción que hace Condé Nast de Redes en el Ayuntamiento de Ares, en La Coruña. Aunque el texto aclara que «puede que no destaque por su monumentalidad, pero eso no le quita importancia», y resalta el valor de sus construcciones tradicionales gallegas y una serie de viviendas de estilo indiano. En Redes, los inmigrantes cubanos dejaron su huella a través de diversas casas, entre las que la publicación destaca especialmente: «las casas de Paco de Bello y de Concha Amado, construidas a finales del XIX y principios del XX, además de la Casa Azul, ubicada en la Praza do Pedregal».

Cambados (Pontevedra)

«Gracias al océano Atlántico y a su puerto, claro, Cambados comenzó a desarrollarse económicamente hasta atraer nuevos habitantes que construyeron numerosos pazos y monumentos religiosos. Esto la convirtió en una localidad especialmente monumental de las Rías Bajas», comenta la publicación en el inicio. Condé Nast resalta especialmente el Pazo de Fefiñáns, la Iglesia de San Benito y las Ruinas de Santa Mariña Dozo, que han sido reconocidas como Monumento Histórico-Artístico. También sugiere visitar las ruinas, describiéndolas como «un excelente punto para disfrutar de las vistas del pueblo, dado que se encuentran en lo alto de una colina». Además, la publicación recomienda hospedarse en el antiguo Pazo de Bazán, ahora convertido en un Parador Nacional.

Viveiro (Lugo)

Condé Nast describe a Viveiro, ubicado en la ría que lleva su nombre en Lugo, como un «plato combinado gallego». Este pintoresco pueblo ofrece una mezcla de playas, historia y arquitectura. La publicación destaca que «en resumen, no le falta de nada». Entre los atractivos naturales, resalta el «impresionante» bosque de eucaliptos conocido como Souto da Retorta. También menciona las playas de Covas y Area, elogiando su «belleza suprema y arena finísima». La revista sugiere explorar otros puntos de interés en el municipio, como los restos de una antigua muralla con tres puertas, la iglesia románica de Santa María del Campo y la Concatedral de San Francisco, de estilo gótico. Además, destaca que las casas, con balcones modernistas, ofrecen vistas directas a la ría, donde se erige de manera imponente el Puente de la Misericordia, de origen medieval.