Algunos platos tradicionales de Galicia que están cayendo en el olvidoOlaia

Recetas olvidadas: estos platos de Galicia están en peligro de extinción

En los últimos años, algunos tesoros culinarios han comenzado a perder protagonismo

La gastronomía gallega es conocida por su riqueza y autenticidad, con platos que han pasado de generación en generación.

Sin embargo, en los últimos años, algunos de estos tesoros culinarios han comenzado a perder protagonismo, desplazados por los cambios en los hábitos alimenticios y el ritmo marcado por la vida diaria.

Es por esto por lo que el recetario gallego se enfrenta a la desaparición de algunos de sus platos más representativos. Recetas antiguas que durante siglos alimentaron a familias enteras y que en la actualidad están quedando relegadas a un segundo plano.

Una baraja que va de lo dulce a lo salado

Un claro ejemplo es el caldo de castañas, una preparación que fue indispensable en Galicia antes de la llegada de la patata.

Las castañas, consideradas un alimento básico en los inviernos más duros, se cocían junto con berzas, leche y un toque de unto.

Este plato no solo ofrecía sustento, sino que también era símbolo de la economía de subsistencia. Ahora, es difícil encontrarlo fuera de algún evento gastronómico especializado o en las cocinas de los más mayores.

La empanada de lamprea es otro de los platos que están quedando en el olvido. Esta receta, que aprovecha el singular sabor de la lamprea se ha convertido en una rareza.

Cocinada en su propia sangre, esta empanada era una auténtica delicia en épocas pasadas. Actualmente, aunque todavía se consume en fiestas locales, su consumo está muy limitado.

Por su parte, las filloas de sangre eran un plato tradicional que marcaba el momento de la matanza del cerdo. Esta especie de crepes se elaboraban con sangre fresca, harina y caldo, pues era una manera de aprovechar todo el animal. Los cambios en los gustos y en la manera de alimentarse han relegado este plato a un recuerdo nostálgico.

En el ámbito de los embutidos, la morcilla gallega dulce también está desapareciendo de las mesas. Esta preparación mezcla ingredientes como pan, azúcar, leche, pasas y piñones con sangre de cerdo, logrando un equilibrio entre sabores dulces y salados. Pese a su riqueza cultural y gastronómica, es cada vez más difícil encontrarla en mercados o tiendas.

Finalmente, platos sencillos como las sopas de burro cansado, elaboradas con pan, vino tinto y azúcar, o las chulas de calabaza, típicas de la festividad de carnaval, han perdido su relevancia frente a propuestas más modernas.

Estos platos tradicionales no solo alimentaban, sino que formaban parte de la identidad de Galicia, y su desaparición supone una pérdida para el legado cultural de la región.