Las cinco mejores playas de Galicia para disfrutar estas vacaciones

Con una línea de costa que supera los 1.500 kilómetros, las playas de Galicia combinan arena blanca, aguas cristalinas y un entorno natural bien conservado.
La comunidad, bañada por el océano Atlántico y caracterizada por un clima oceánico, ofrece temperaturas suaves incluso en verano, lo que la convierte en un refugio ideal para quienes prefieren escapar del calor extremo. Estas cinco playas son solo una muestra de las opciones que tiene el litoral gallego para disfrutar del verano

Playa de Rodas (Islas Cíes): la más internacional

Turismo Galicia

Con su característica forma de media luna, arena blanca y aguas cristalinas, Rodas es comparada con las playas caribeñas, eso sí, con la frescura del Atlántico. Su entorno natural, con pinos y dunas protegidas, la convierten además en un enclave ecológico. Situada en el corazón del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, la playa de Rodas ha sido elegida en varias ocasiones como una de las mejores del mundo. En 2007, el periódico británico The Guardian la nombró la más bonita del planeta, y más recientemente ha sido incluida en el listado de 'las mejores playas del mundo'.

Playa de Carnota (La Coruña): la más larga de Galicia

Turismo de Galicia

Con más de siete kilómetros de longitud y hasta 500 metros de anchura en bajamar, la playa de Carnota es el arenal más extenso de Galicia. Ubicada en la costa de La Coruña, forma parte de un entorno natural protegido en el que confluyen cuatro ecosistemas bien diferenciados: la propia playa, un sistema de dunas, la zona intermareal y las marismas de Caldebarcos, creadas por la desembocadura del río Valdebois en el área conocida como Boca del Río. Libre de construcciones y rodeada de naturaleza, Carnota conserva su carácter virgen que la convierte en un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza. Los charcos naturales que se forman con la bajamar ofrecen un baño seguro y relajante, especialmente para niños. En noches contadas, este rincón se transforma en escenario de un fenómeno fascinante: el mar de Ardora, una luminiscencia marina comparable a las auroras boreales.

La Lanzada (Pontevedra): el agua más fría de España

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Situada entre los municipios de El Grove y Sangenjo, La Lanzada es una de las playas más emblemáticas y frecuentadas de Galicia, pese a tener una de las aguas más frías del país. Con más de dos kilómetros y medio de extensión, su fuerte oleaje la convierte en un destino predilecto tanto para surfistas como para bañistas. A pesar de su alta afluencia en verano, sigue siendo un lugar cómodo y accesible, gracias a su amplia oferta de servicios y a sus accesos adaptados. El sistema dunar que la rodea, protegido por su valor ecológico, aporta un bonito entorno natural. En el extremo sur del arenal, la Ermita da Lanzada y los restos de una antigua fortaleza añaden un atractivo histórico que enriquece aún más la visita a esta playa.

Playa de Covas ( Lugo): naturaleza y memoria histórica

Turismo de Galicia

Situada al fondo de la ría de Viveiro (Lugo), ofrece un kilómetro y medio de arena fina y aguas tranquilas. Tiene la forma perfecta de concha. Es ideal para quienes buscan una escapada cómoda sin renunciar al encanto natural de toda playa. Y es que se trata de una playa urbana, con paseo marítimo, zonas ajardinadas, merenderos y todo tipo de servicios, Además alberga un pequeño sistema dunar en sus alrededores. Desde su extremo occidental se divisan unas formaciones rocosas, Os Castelos, unos peñascos de pizarra que emergen del mar. Estas rocas son parte del paisaje pero también del recuerdo de un naufragio histórico.

Area Maior (La Coruña): entre el mar y la montaña

Turismo de Galicia

Frente a la silueta del Monte Louro y al borde de la laguna de As Xarfas, la playa Area Maior destaca por su ubicación privilegiada y su belleza natural casi intacta. Con un kilómetro y medio de arena fina, fuerte oleaje y brisa constante, este arenal se sitúa en la entrada de la ría de Muros e Noia, en la provincia de La Coruña. Es uno de los destinos más apreciados por quienes buscan desconexión en un entorno alejado de las zonas más urbanizadas. Además del valor paisajístico, la playa ofrece oportunidades para el avistamiento de aves y, en determinadas épocas del año, incluso de delfines, lo que refuerza su atractivo como enclave natural de gran riqueza ecológica.