El dueño de Sargadelos, Segismundo García, a su salida de la fábrica
Conflicto en Sargadelos: el propietario reabre la fábrica pero avisa que las reformas «no entran en sus planes»
El movimiento llega un día después de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lanzara un duro mensaje a la dirección de la compañía
Sargadelos volverá a producir este miércoles en su histórica planta de Cervo (Lugo). Así lo ha anunciado su propietario, Segismundo García, quien confirma la reapertura tras varios días de paralización, aunque advierte de que lo hará con las reformas exigidas por Inspección de Trabajo aún sin ejecutar y sin voluntad de abordarlas «a corto plazo».
El movimiento llega un día después de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lanzara un duro mensaje a la dirección de la compañía, recordando que el Gobierno gallego es «autoridad laboral» y que tomaría medidas si la situación no se normalizaba.
En un comunicado remitido a los medios, García sostiene que retomará la producción «si no surgen inconvenientes», incluso aunque siga vacante el puesto de CEO, una plaza clave en la reorganización interna anunciada semanas atrás. La decisión se comunica mientras los trabajadores de producción, que todavía no han cobrado la nómina de noviembre, encadenan jornadas esperando a las puertas de la factoría.
El conflicto se remonta a la visita realizada por Inspección de Trabajo la pasada semana, en la que se detectaron deficiencias en materia de seguridad laboral. Según relata el propietario, la presencia de los inspectores generó «alarma» por la escenografía de la intervención, lo que le llevó a ordenar de nuevo la parada de la planta «para garantizar la seguridad de los empleados».
Cruce de reproches y tensión política
Segismundo García denuncia que tanto la autoridad laboral como responsables políticos y organizaciones sindicales ejercen actualmente «un desmedido poder», y critica que «no arriesgan ni su patrimonio ni su salud». En su mensaje, acusa directamente al presidente de la Xunta de realizar declaraciones «amenazantes» que, a su juicio, «no contribuyen a pacificar».
El empresario invita a Rueda a «ejecutar sus severas admoniciones», incluso personalmente, y sostiene que la advertencia lanzada por el Ejecutivo autonómico «no encaja» con la situación generada tras la última inspección. «Si ahora la Xunta insta a continuar la actividad, alguien miente o exagera», afirma.
Respecto a los sindicatos, García afirma que no tiene «nada que decir» salvo criticar su gestión en otras etapas y celebrar que Sargadelos lleve años sin representación sindical. «Nos hemos librado de tal lacra», asegura en un tono que profundiza aún más el clima de tensión que rodea a la empresa.
Aunque confirma la vuelta a la actividad, el dueño de Sargadelos insiste en que las reformas requeridas por la Inspección «están sin hacer» y no forman parte de los planes inmediatos de la compañía. Pese a ello, afirma que abrirá la planta si la Xunta «garantiza la salubridad» de las instalaciones.