El mirador secreto de Pedro Madruga
A Peneda, el mirador de Redondela donde el ‘Colón gallego’ dejó su huella
Destaca como enclave que combina historia, naturaleza y vistas privilegiadas de la Ría de Vigo y sus alrededores.
Galicia cuenta con una geografía variada que invita a la observación del entorno. Sus costas, rías y zonas montañosas albergan numerosos miradores naturales que ofrecen vistas panorámicas, tanto hacia los acantilados del litoral como hacia los puntos elevados del interior.
Entre estos lugares, el Monte de A Peneda, en el municipio pontevedrés de Redondela, destaca como un enclave que combina historia, naturaleza y vistas privilegiadas de la Ría de Vigo y sus alrededores.
Así es este mirador natural
A Peneda, con sus 327 metros de altitud, se alza como un observatorio natural entre los municipios de Redondela y Sotomaior. Desde su cima es posible divisar la desembocadura del río Verdugo, la ensenada de San Simón, el puente de Rande, Redondela y Arcade, el Castillo de Sotomaior e, incluso, las Islas Cíes en días despejados.
Pero A Peneda no es solo un espectáculo para los ojos. Su importancia histórica es igualmente relevante. La cima alberga la Ermita de la Virgen de las Nieves, construida en el siglo XVIII sobre los restos del antiguo Castillo de Castrizán, levantado en 1477 por el arzobispo compostelano Alonso de Fonseca II para vigilar los movimientos de Pedro Madruga, el popular ‘colón gallego’ y señor del Castillo de Sotomaior. Solo un año después, Madruga conquistó y destruyó la fortaleza, utilizando sus piedras en construcciones locales y en la propia ermita que hoy corona la cima.
Ermita de la Virgen de las Nieves, en A Penedo
El monte fue también emplazamiento de un antiguo asentamiento castreño, del que se conservan restos de murallas, rebajes y un túnel con arco de medio punto y bóveda de cañón, elementos que evidencian su carácter defensivo.
En la zona se localiza, además, una antigua mina de agua de unos doce metros de profundidad que, según algunas hipótesis, podría tener origen romano.
A esto se suma la presencia de un alcornoque centenario, un árbol que parece custodiar la cima, convirtiéndose en un símbolo vivo de resistencia y de la fuerza de la naturaleza que caracteriza a Galicia. Y desde aquí, desde este alto donde se puede apreciar la belleza de la ría.
En la actualidad, el Monte de A Peneda se ha consolidado como un destino turístico dentro de Redondela y Soutomaior.
En conjunto, A Peneda se presenta como un punto de interés relevante dentro de la red de espacios naturales y patrimoniales de Galicia. Su valor paisajístico, unido a los elementos arqueológicos conservados, lo convierte en un entorno a tener en cuenta dentro de las diversas rutas de turismo cultural y de naturaleza en Redondela.