Un delfín avistado en Ferrol reactiva la hipótesis de que Manoliño, el más querido de Galicia, aún sigue vivo

La tarde del pasado domingo, un delfín fue avistado en la ensenada de Caranza, en Ferrol, frente a las instalaciones de Navantia. El avistamiento no tardó en levantar revuelo entre pescadores y paseantes que lo relacionaron de inmediato con Manoliño, o Confi, el delfín más conocido y querido de Galicia por su cercanía con las personas, desaparecido a principios de junio.

Durante más de un año, Manoliño era un habitual en las aguas ferrolanas: jugaba con bañistas, se acercaba a embarcaciones e incluso parecía entristecerse si no se le prestaba atención. Esta conducta insólita le convirtió en un icono local, pero también encendió las alarmas entre los expertos por el impacto que la humanización podía tener en su bienestar.

La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), sin embargo, ha descartado que el delfín avistado sea Manoliño. Según explicó el biólogo Alfredo López, el comportamiento del nuevo ejemplar no coincide con el de Manoliño ya que no se acerca a los humanos ni busca interacción.

Desde la desaparición de Manoliño, que fue visto por última vez el 4 de junio, la CEMMA ha recibido múltiples llamadas por avistamientos similares en Galicia. Poco después de su desaparición, se halló un cuerpo mutilado en la ría de Ferrol con heridas compatibles con una hélice, aunque no pudo confirmarse su identidad.

Algunos expertos apuntan que el delfín grabado recientemente podría ser uno de los que convivió con Manoliño y que incluso podría estar buscándolo. Pero por ahora, y para decepción de muchos ferrolanos, todo indica que el entrañable delfín no ha regresado.