De propiedad agrícola a residencia señorial, este es el nuevo Bien de Interés Cultural en Galicia

Los pazos gallegos no son simples residencias señoriales del pasado, sino además son reflejos de una identidad colectiva y piezas clave del patrimonio histórico y arquitectónico de Galicia. Estas construcciones se alzan como testigos de siglos de historia política, económica y cultural.

Algunos de estos pazos han sido reconocidos oficialmente por su valor con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), lo que garantiza su protección y conservación. Entre ellos se encuentran verdaderas joyas como el Pazo de Oca, en La Estrada (Pontevedra), famoso por sus jardines barrocos y su sobrenombre de 'Versalles gallego'; el Pazo de Mariñán, en Bergondo (La Coruña) o el Pazo de Fefiñáns, en Cambados.

A este selecto grupo se une ahora un nuevo integrante que destaca por su singularidad arquitectónica y por su entorno natural.

Joya arquitectónica con historia

Situado en Pontevedra, en la parroquia con la que comparte nombre, el Pazo de Lourizán de estilo modernista fue diseñado por el arquitecto Jenaro de la Fuente.

Su origen se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, y debe gran parte de su esplendor al político Eugenio Montero Ríos, quien reformó la casa y la convirtió en residencia estival.

Todo llama la atención por su majestuosidad. Su escalinata de piedra flanqueada por esculturas de inspiración clásica, las columnas ornamentadas y sus amplios ventanales. Todo ello rodeado por una finca de 52 hectáreas en la que disfrutar de los elementos tan característicos de estas construcciones como son los hórreos o las diferentes fuentes.

Pero el verdadero tesoro natural es su Jardín Botánico, que ocupa 36 hectáreas y alberga más de 1.900 especies vegetales, algunas únicas en Europa.

El jardín, creado oficialmente en 1949 con fines científicos y educativos, es fruto de una evolución de más de un siglo y medio. Allí conviven árboles monumentales como la metasequoia, el cedro del Líbano, la araucaria australiana o ejemplares de camelias centenarias, emblema floral de Galicia.

Reconocido oficialmente como BIC

Este mes, tras un largo proceso administrativo, la Xunta de Galicia declaró al Pazo de Lourizán Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.

El decreto, publicado en el Diario Oficial de Galicia, recoge una protección integral del conjunto, que incluye no solo el edificio principal sino también sus fuentes, hórreos, estanques, invernaderos y otras estructuras singulares.

Según la Xunta, la declaración como Bien de Interés Cultural destaca la evolución del pazo desde sus orígenes como propiedad agrícola hasta convertirse en una residencia señorial. Este recorrido histórico lo ha consolidado como un símbolo de la cultura, la naturaleza y la historia tanto de Pontevedra como de Galicia.

Además, el reconocimiento pone en valor su estrecha relación con Eugenio Montero Ríos, así como su presencia en la literatura y en episodios clave de la historia política.

El plan de futuro para el Pazo de Lourizán es ambicioso. La Xunta ya trabaja en el diseño de un proyecto integral que contempla no solo la rehabilitación del edificio principal, respetando su carácter histórico, sino también la mejora de la eficiencia energética y la revalorización de los jardines a través de itinerarios temáticos y zonas recreativas.

El recinto seguirá albergando el Centro de Investigaciones Forestales, con nuevas instalaciones para conservar el germoplasma forestal y promover la innovación en el sector, mediante aceleradoras de empresas verdes.

Además, se proyecta abrir el espacio al público con un hotel, una zona gastronómica, salas expositivas y espacios culturales. Se prevé que las obras comiencen entre finales de 2025 y principios de 2026, con finalización estimada en 2027.

De esta manera, el Pazo de Lourizán no solo representa un legado histórico, sino que además actuará como motor de desarrollo económico, cultural y turístico para Galicia.