Sadeco trabaja para tener en 5 años una población de palomas equilibrada
El plan contempla una serie de medidas para lograr «una convivencia en armonía», según Isabel Albás
Las palomas son un problema en muchos sitios y en Córdoba sobre todo, donde no sólo son un problema estético sino también un riesgo higiénico y sanitario. Así lo ha reconocido la presidenta de Sadeco, Isabel Albás, quien ha presentado un plan que se llevará a cabo conjuntamente con la Universidad de Córdoba y cuyo objetivo es alcanzar un control sostenible de las palomas en el año 2028.
Para alcanzar este fin se van a llevar a cabo una serie de medidas entre las que destaca la revitalización de los palomares existentes (Zoológico, jardines de la Agricultura y avenida de Fray Albino), así como la creación de otros nuevos, como ha explicado el profesor de la UCO, Alberto Redondo. Con esta medida se logra el control sanitario y de reproducción de las palomas, así como se les habituará a vivir en un lugar estable. Cuando existían palomares en las casas, estas aves no vivían en cualquier sitio.
Nuevos palomares
Estos palomares se van a completar con otros de nueva creación en el Parque Cruz Conde, Miraflores, Paseo de la Victoria y en la Campiña se hará una grande, al modo castellano, para que haya una población mayor que tenga el alimento cercano en los campos de cereal.
También se va a atender de forma preferente la atención ciudadana. Los avisos de los cordobeses son fundamentales a la hora de conocer la evolución y comportamiento de las colonias de palomas existentes en la capital.
Más depredadores
Otra medida que se va a implantar es aquella que va a lograr el equilibrio ecológico. Cuando las palomas se consumían en la dieta humana no había superpoblación, a lo que también contribuía la presencia de depredadores en la ciudad. Ahora, se van a introducir estas especies, como pollos de halcón peregrino o de búho real.
Como ha explicado Redondo, esto se completará con «el consumo por parte de otros depredadores con mediación humana». Así, habrá empresas que se encargarán de capturar palomas vivas en jaulas para suministrarlas a zoológicos, centros de reserva o criadores de cetrería.
Al cabo de estos cinco años, según Albás, «no van a desaparecer las palomas de Córdoba pero habrá una convivencia en armonía».