Inauguración de la Biblioteca Pública 'Grupo Cántico'

Inauguración de la Biblioteca Pública 'Grupo Cántico'Jesús D. Caparrós

El largo y tortuoso camino para abrir hoy una biblioteca

El último año no ha estado exento de polémicas, sobre todo de carácter político, hasta llegar a este jueves 8 de febrero, primer día con la Biblioteca Grupo Cántico operativa

El pasado 20 de marzo de 2023, hace casi un año el entonces ministro de Cultura, Miguel Iceta, y el consejero de Cultura, Arturo Bernal, junto con el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y otras autoridades autonómicas, protagonizaron el acto de entrega de llaves de la Biblioteca del Estado a la Junta de Andalucía, que sería responsable de su gestión. La biblioteca Grupo Cántico veía culminar casi 20 años de espera, con múltiples problemas burocráticos y retrasos. Una tarde calurosa la de aquel día en el que todo parecía casi inminente, todo lo inminente que puede ser algo proyectado, desarrollado y gestionado por diferentes administraciones de distinto calado político, claro.
En agosto del mismo año, con la Biblioteca Grupo Cántico está terminada y equipada, pero asistimos a una disputa entre Gobierno central y Junta de Andalucía que mantiene su apertura en el limbo. La Junta negaba haber recibido oficialmente las llaves debido a deficiencias no resueltas. Para colmo entraban en juego las licencias de primera ocupación y la de actividad, una del Ministerio y la otra correspondiente a la Administración andaluza. Para animar más la cosa entró en liza el Ayuntamiento con la Gerencia de Urbanismo, que a la postre era quien debía otorgar los permisos.

El PSOE señala las carencias

Faltaba, claro, Antonio Hurtado. El portavoz municipal socialista se dejó caer en septiembre con críticas hacia la Junta de Andalucía, aunque ese no era su terreno como oposición. Hurtado acusaba a la administración autonómica de no haber dotado de los recursos humanos necesarios para abrir las puertas al nuevo equipamiento, ni tampoco de haber ha formado a los empleados públicos para poder utilizar las nuevas tecnologías que se habían incorporado al moderno edificio.
Justo ese mismo día el delegado provincial de Turismo, Cultura y Deporte, Eduardo Lucena, informaba que el Ministerio de Cultura y Deporte «había remitido al fin» el certificado que permitía que la Administración autonómica pudiera comenzar a trabajar en la apertura de la nueva biblioteca. El documento estaba firmado con fecha jueves 14 de septiembre (a las 18:01) y autorizaba, tal como venía demandando la Junta desde hacía semanas, la subrogación de los contratos de suministros, algo fundamental para que la administración autonómica pudiera iniciar el traslado desde la Biblioteca Provincial al nuevo espacio.

El primer libro: la revista 'Cántico'

En un acto presidido por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el 23 de octubre, un día antes de San Rafael y de la celebración también del Día de las Bibliotecas, se procedía de forma simbólica a la colocación en sus anaqueles del primer libro, la edición que la Diputación Provincial hizo en 1983 y reeditó en 2008 en un tomo de todos los ejemplares de la revista 'Cántico'.
Desde hoy se puede ya hacer uso de las instalaciones de la biblioteca, aunque sólo de lunes a viernes y de 09:00 a 21:00. Este calendario de apertura no coincide con el del resto de bibliotecas andaluzas ni con el que tenía la de Córdoba antes de la mudanza. Fuentes de la Junta de Andalucía han informado de que «la apertura se irá ampliando conforme se contrate más personal».

La mudanza

La Biblioteca Pública Provincial, en la calle Amador de los Ríos, interrumpía su servicio de préstamo desde el 11 de diciembre hasta que se completara el traslado de fondos al nuevo edificio. En esa fecha la Junta informaba que se habían trasladado aproximadamente el 60% de los fondos.
La mudanza de los 130.000 volúmenes que componen sus fondos se realizó con un sistema en el que los libros se retiraban del anaquel, se transportaban en cajas y una vez en su nuevo destino se colocaban inmediatamente. Así, nunca hubo cajas amontonadas en espera de ser desembaladas y todo fue mucho más rápido.
El 18 de diciembre, Adolfo Molina, delegado de la Junta en Córdoba, anunciaba que la apertura al público del nuevo edificio, que estaba prevista para febrero, se adelanta a los últimos días de enero. Por entonces la mudanza se encontraba al 75 por ciento. Pero la previsión volvió a ser errónea: finalmente ha sido en febrero cuando, por fin, la Biblioteca está inaugurada y operativa, aunque no al cien por cien.
Cómo ven, así ha sido el último tramo de las dos décadas de espera hasta ver en funcionamiento la nueva biblioteca, que oficialmente se llamará Grupo Cántico y popularmente ya es conocida como la de los Patos, por los jardines sobre los que se ha asentado.

Una idea de Carmen Calvo

La hasta ahora biblioteca del Estado, en la calle Amador de los Ríos, abrió sus puertas en 1984 como una instalación provisional y, como todo lo provisional en esta ciudad, ha estado a punto de eternizarse. Fue la entonces consejera de Cultura de la Junta, Carmen Calvo, la que decidió poner fin a esta situación y promover la construcción de una nueva antes de dar el salto a Madrid como ministra de Cultura con Rodríguez Zapatero.
Este cambio facilitó la puesta en marcha de esta infraestructura de alta complejidad institucional, ya que el Ayuntamiento es el que pone el suelo, el Gobierno central es el que construye y, por último, la Junta de Andalucía es la que gestiona y mantiene el edificio y sus fondos.
Calvo se encargó de que el proyecto, redactado por Ignacio Pedrosa y Ángela García de Paredes, estuviera listo en 2007 con la intención de ponerlo en marcha, puesto que en los Presupuestos Generales del Estado figuraba una partida plurianual para su ejecución, que sería de dos años, por lo que si todo hubiera ido sobre ruedas esta biblioteca llevaría ahora mismo 15 años en funcionamiento.

El primer parón

Pero no fue así. La obra no se licitó y las partidas desaparecieron finalmente de las cuentas del Estado. La biblioteca cordobesa había entrado en dique seco. Así estuvo hasta 2014, en que se volvió a licitar por casi nueve millones de euros. Las obras comenzaron, pero los restos arqueológicos afloraron poco a poco, por lo que hubo que modificar el proyecto inicial para integrarlos en el edificio.
Cuando los trabajos iban por la mitad, alguien se da cuenta de que la climatización del edificio no cumplía la normativa, por lo que había que parar de nuevo hasta reajustar las instalaciones.
El esqueleto del edificio llegó a integrarse en el paisaje urbano y a nadie le extrañó, al cabo de cuatro años, que aquello no se terminase de una vez. De nuevo, en 2019, se ponen en marcha los trabajos y el Ministerio de Cultura se los encarga a Tragsa, la empresa pública encargada de rematar los 'marrones' que le surgen a la administración en algunos proyectos. Y, en este caso, ha vuelto a resolverlo.
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