El lunes de Feria, en imágenes

Mujer cordobesa disfrutando del lunes de feriaJesús D. Caparrós

Crónica

Una feria con resaca de sí misma

El lunes El Arenal arrancó poco a poco tras un intenso primer fin de semana

No se puede decir este año que el calor ahuyente al feriante del mediodía. En el lunes, al igual que durante el fin de semana, las temperaturas han sido suaves para un Arenal y unos cordobeses que saben casi genéticamente lo que es una feria con muchos grados centígrados.

La feria de la mañana suele ser una cita de carácter familiar pero la de ayer se presentó con aires de feria perezosa, que se iba despertando poco a poco, como con resaca, tras un fin de semana en el que los cordobeses han cogido la fiesta con ganas, dándolo todo. Así que teníamos un recinto que se antojaba más grande -y a veces desangelado- sin la afluencia, sin la bulla, sin la gente. No se oían ni los zumbidos de la calle del infierno. Los puestos de arropías y las tómbolas estaban con la persiana bajada cuando los autobuses comenzaban a soltar a los primeros viajeros con destino a su caseta. Queda más grande El Arenal mientras los grupos de amigos van llegando para el almuerzo y es inevitable pensar en las comidas de feria, hace ahora 30 años, cuando vivíamos en La Victoria con menos quedadas grupales - nos hemos vuelto muy corporativos- pero con más gente feliz.

No obstante el lunes de feria es un día de compromisos, o sea, de recepciones. Los de Vox daban por primera vez una con caseta propia, La Montera, donde el jamón se puede calificar de sobresaliente y aún más colocado en manteles que son la bandera de España. La españolidad de Vox está fuera de toda duda, pero en feria, y con ese jamón, se convierten en reserva espiritual del españolismo transversal que acoge a unos y a otros, a los discrepantes y a los afectos. Menos a los veganos, que ellos se lo pierden.

Fue una recepción discreta porque está recién llegada y el lunes es un día donde, en lo que a recepciones se refiere, los de Abascal y Milei tienen gran competencia frente a otras con más veteranía. No obstante hay que destacar el cariño de su presidente provincial, Paula Badanelli, y del vicepresidente Rafael del Campo, y de los ediles y diputados y afiliados y simpatizantes que hicieron del encuentro algo más familiar que un mero acto de relaciones públicas.

La Bodega de PTV

La asociación profesional de las relaciones públicas y la comunicación corporativa también ofrecieron su recepción pero no nos llegó la invitación o nos nos consta o se quedó en la carpeta de spam. En casa del comunicador corporativo, azadón de palo. De todas maneras no hubiéramos podido acudir porque los de PTV habían convocado también, y es esta una recepción casi obligada. Allí estuvo el alcalde José María Bellido (¿da un alcalde la mano más veces en feria que en campaña electoral?) y el consejero José Antonio Nieto, además del delegado de la Junta Adolfo Molina y, por la otra orilla, una amplia representación socialista con una encantadora Isabel Ambrosio y con Antonio Hurtado en el papel de Antonio Hurtado, o sea, con sobrero cordobés o similar y chaleco floreado. Un pincel sanchista.

Si el jamón puede invitar al abrazo mutuo entre los españoles ahora tan polarizados, también une las culturas. En la caseta de PTV, con avituallamiento de nuevo de Sercolú nada menos, un grupo de asiáticos se tiraron en plancha hacia las raciones de jamón que allí ofrecieron y ellos quedaban ojipláticos, lo cual en un asiático es un espectáculo en sí mismo. Hemos sabido que son chinos- aunque con curiosidad de turista japonés- y que están formando al personal de la empresa cordobesa de telecomunicaciones. Ayer fueron ellos los que se formaron gastronómicamente y con toda seguridad el cerdo en salsa agridulce ya no les parecerá lo mismo. Mientras ocurría todo este intercambio cultural la Bodega de PTV conseguía el premio a la mejor portada de este año. Pero ya enfilábamos en ese momento hacia La Prensa.

La recepción de la Asociación de la Prensa

Si hay un señor contando el número de personas que van al Arenal - ayer le chivó a Torrico que la afluencia ha aumentado en un 25%- debería contratarse un árbitro de recepciones para los lunes y los martes feriales, porque las agendas no dan abasto. La Prensa, de todas maneras, no precisaría ayuda arbitral. Es La Recepción y allí acaban todos y todas. Bueno, en realidad suele ser el Rincón Cubano el depositario final- la prensa cordobesa en general tiene cierta querencia caribeña desde los tiempos de Anguita- pero este es un extremo que a la hora que se escribe esta especie de crónica no podemos constatar. Sí es comprobable que Villamandos estaba en La Prensa porque es un consejero universitario y que el rector Torralbo también. Universidad y periodistas comparten un mismo espíritu juvenil, como de Erasmus tardío, que se acentúa durante estos últimos días de mayo. También estuvo Jesús Aguirre, más joven aún desde que dejó Salud para presidir el Parlamento andaluz.

El lunes de feria es el día de los periodistas como un San Francisco de Sales extra. Se dan cita en su caseta los nuevos compañeros y los viejos -todos lo somos ya- y suele ser una jornada para el reencuentro, curiosamente, de los que se ven a diario, entre ellos los políticos. Qué haríamos sin la materia prima, claro.

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