Imagen del incendio en la Mezquita-Catedral en 2001
Los otros dos incendios que ha sufrido la Mezquita-Catedral de Córdoba
El primero, en 1910, a causa de un rayo, y el segundo en 2001 en una de las salas de archivo
Muchos de ustedes recordarán las imágenes que desataron la alarma en la ciudad el 5 de julio de 2001. Se producía un incendio en una de las salas del archivo de la Catedral, próximo al Mihrab que contenía documentos que se remontaban al siglo XIII en adelante. Gracias al aviso de unos turistas que se encontraban en la zona, que advirtieron del suceso al ver el humo y a la rápida intervención de los bomberos, se combatió el incendio rápidamente. No obstante, se perdieron 25 legajos de los más de 5.000 que se encontraban en este depósito, aunque la estructura del edificio no sufrió daños, afortunadamente, y dichos documentos, según el canónigo archivero de la Catedral, Manuel Nieto Cumplido, no revestían gran importancia.
Las causas que originaron el fuego se desconocen, pero éste se produjo sobre unos documentos apilados cerca de una ventana, por lo que los bomberos suponen que pudo haberse debido al reflejo del sol sobre los mismos. Otra hipótesis que se barajó es que los legajos estuvieran impregnados de algún líquido inflamable procedente de la sala aneja, que estaba dedicada a la encuadernación. Pero no sería la primera vez que el fuego amenazase al primer templo de la ciudad.
Incendio en la Mezquita-Catedral en 2001
El 29 de mayo de 1910, la chispa desencadenada por un rayo que cayó sobre el cimborrio del crucero de la Catedral también alarmó a la ciudadanía, que temió lo peor. La prensa de la época, tanto regional como nacional, se hizo eco del suceso. El Correo Español, El Día de Madrid, El Globo, El Heraldo de Madrid, El Liberal, El País o El Heraldo Militar trasladaron a sus lectores los despachos que sobre el hecho llegaban a sus respectivas redacciones por telegrama, con titulares como «Punible abandono», «Catástrofe evitable» o «Catástrofe evitada», una vez que llegaron nuevas de que el incendio había sido controlado y que no había afectado al monumento.
A la derecha de la imagen, el cimborrio del crucero de la Mezquita-Catedral
Incluso vino a Córdoba un enviado del ministro Romanones para estudiar y proponer la colocación de un pararrayos y cualquier otra medida necesaria para evitar hechos similares en un futuro, y quien, a su vez, informó que los daños sufridos ascendían a 80 pesetas (unos 385 euros en la actualidad). Aunque ya se había puesto de relieve que, a pesar de ser monumento nacional, no tuviera pararrayos. Como algo más de un siglo después, la veloz actuación de los bomberos también evitó una auténtica catástrofe.
El Cabildo agradece la eficaz labor de los servicios de emergencia
Igualmente, el deán ha detallado que los hechos ocurrieron a las 21:11 horas del día de ayer, cuando se declaró un incendio en una de las capillas perimetrales correspondiente a la ampliación de Almanzor, que se usa como almacén de las sillas destinadas a las celebraciones de la Catedral, además de otros utensilios y materiales utilizados a diario en la limpieza del monumento. Inmediatamente, se activó el protocolo establecido en el Plan de Autoprotección, dando aviso al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos de Córdoba, que acudieron de inmediato con tres dotaciones de bomberos, consiguiendo extinguir el incendio en torno a las 12 de la noche. Por el momento se desconoce el origen del incendio, a la espera del informe técnico.
Joaquín Alberto Nieva también destacó que el plan de seguridad de la Mezquita-Catedral y los simulacros periódicos, permitieron a los bomberos intervenir con eficacia, al conocer al detalle el recinto y sus diferentes dependencias. Respecto a los daños ocasionados, también ha explicado que ahora mismo es muy prematuro hacer un balance, toda vez que hay que esperar a que la zona se enfríe y consolide por parte de los bomberos. En una primera evaluación ocular, se ha constatado que dos capillas resultaron afectadas, además de otros daños menores pendientes de valoración técnica, localizados en la bóveda de la nave 2, a la altura de las capillas dañadas. La superficie aproximada que se ha visto afectada supone unos 50 metros cuadrados del total de los 23.000 de todo el monumento