Román y Ventura se reparten los trofeos

Román y Ventura se reparten los trofeosLances de futuro

Crónica

Román y Ventura se reparten los trofeos

El comportamiento del ganado evitó una mayor lucimiento de los tres actuantes

La segunda de feria no ha terminado de levantar el vuelo. La culpa hay que anotársela en mayor medida al ganado, soso y sin fuerzas en términos generales. Animales noblotes, sin dificultades aparentes y con tan poca acometividad que se apagaban casi al inicio de las faenas.

Quizá el mejor lote de la tarde le cupo en suerte al rejoneador Diego Ventura, quien aprovechó las nobles embestidas de su primer toro para encelarlo en las cabalgaduras llevándolo siempre muy cerca. Destacó sobre todo en un par al quiebro y clavando rosas. A su segundo lo recogió muy bien de salida y lo llevó cosido a la grupa por todo el perímetro del ruedo. Clavó al estribo y banderilleó sin jáquima antes de volver a ejecutar unas rosas al violín muy del agrado del público.

Morante, por su parte, pasó de capote a su primero sin confiar en la mansurrona embestida que le proponía. Toro sin fuerza ni bravura al que en la muleta pudo sacar algunos derechazos, de uno en uno, sin emoción ni continuidad que bajaron la intensidad del buen inicio por bajo. Con la izquierda hubo menos acople y, además, por ese pitón el de Román Sorando soltaba la cara. Voluntad sin convicción que no concretó recuerdo alguno.

El inicio de faena a su segundo fue lo mejor de la tarde. Precioso saludo apoyado en la barrera que hizo albergar esperanzas de toreo grande. Ahí acabó todo. Cuatro muletazos contados y el toro dijo basta. Antes hubo un saludo de capote con un mazo de cinco verónicas rematadas con una larga cordobesa de extraordinario trazo. Una lástima lo de este toro.

Por su parte, Manuel Román recetó también un saludo de capote a su primero con cinco verónicas fenomenales por su lentitud y el remate por chicuelinas que el público aplaudió. El novillo, noble, soso y sin transmisión, como se quiere hoy, permitió al cordobés construir una faena de muleta basada en la diestra, en la que hubo de todo. Una tercera serie con más empaque, precedida por otras dos de menor valor. Su labor caló en el tendido, pero en detrimento suyo hay que decir que en buena parte del trasteo se situó fuera de cacho, sin cargar la suerte y presentando los engaños excesivamente oblicuos. Domina la técnica a la perfección y la composición estética le acompaña, pero su labor no llegó a alcanzar cotas más elevadas por el uso excesivo del toreo en línea y otros recursos que eliminan la emoción.

Su segundo novillo fue muy parecido a su hermano. Lo saludó por verónicas a pies juntos de bella factura. Con la franela inició su labor muy entonado, sustentando su propuesta en la composición estética, aunque sin apreturas ni estrecheces.

Ficha de la corrida

Coso de Los Califas. Festejo mixto. Media entrada con tarde de agradable temperatura.
Dos toros de Los Espartales para rejones. Correctamente presentados. Nobles y de fuerza justa. Dos toros de Román Sorando. Bien presentados. Mansitos y sin fuerza. Dos novillos de El Parralejo. Terciaditos, nobles y sosos en general.
Diego Ventura. Rejón trasero (oreja), y dos pinchazos, rejón y descabello (Palmas).
Morante de la Puebla (De purísima y oro). Estocada caída (palmas). Pinchazo y estocada casi entera trasera (Palmas).
Manuel Román (De canela y azabache). Estocada delantera y dos descabellos (oreja). Tres pinchazos, media y tres descabellos (palmas).
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