Casas celebra el gol

Casas celebra el golJesús Caparrós

El Córdoba, a dos partidos de volver a Segunda

El equipo de Iván Ania accede a la final del play off tras eliminar a la Ponferrafina; El Barça Atlètic, el último escollo a superar

Dos partidos. 180 o 210 minutos. Eso, más los alargues correspondientes, es lo que separa al Córdoba del fútbol profesional. Porque el conjunto blanquiverde acaba de dejar atrás a la Ponferradina, a la que se ha impuesto por 2-1. El 0-1 conseguido en El Toralín daba mucha ventaja a los de Ania que, no obstante, en ningún momento dio sensación de sentir que lo tenía hecho. «Tenemos que salir como si fuéramos 0-0», decía el entrenador en la previa. Y los suyos lo interpretaron así. Tal cual. Porque desde el inicio el que parecía que tenía el marcador adverso era el Córdoba. Y, viendo cómo se complicaron anoche Barça Atlètic y Málaga en la primera mitad, no quisieron caer en el error de sufrir de manera innecesaria.

Casas desata la locura… pero tocó sufrir

Muy pronto iba a dejar el Córdoba claro que el partido tenía que estar de cara. En apenas seis minutos Antonio Casas hacía el 1-0 y El Arcángel estallaba. La afición entró en un estado de excitación como pocas veces se han recordado en los últimos años. Porque la diana oficial cayó en los primeros compases, pero ese primer tanto lo había metido el cordobesismo con un recibimiento como no se recuerda en muchísimos años y llenando prácticamente el estadio cuando todavía faltaban cuarenta y cinco minutos para que arrancara el choque. El caso es que con ese caldo de cultivo, poco se podía temer a una Ponferradina que hacía lo que podía con envíos largos y con la poca pausa y calidad que le daba Yeray. Sin duda, lo más llamativo de un equipo que no ha crecido en absoluto con la pobrísima manija de Juanfran.

El Córdoba era el que tenía las mejores oportunidades al contragolpe. Incluso celebró el 2-0, pero Kuki estaba en posición de fuera de juego. Existía tranquilidad porque la Ponfe tenía que hacer dos goles, pero la sensación era que los de Iván Ania no tenían totalmente en su mano el choque. La pelota le duraba poco y eso, a un equipo diseñado para ello, le hace sufrir y hacer más kilómetros de la cuenta. Pero hasta en eso supo competir.

Tras la reanudación, el duelo seguía el mismo guion pero, en esta ocasión, una buena jugada de Yeray por la izquierda terminó en un muy mal despeje de Adilson que Borja Valle terminó remachando a la red previo disparo de Igbekeme. Ahí sí entraron los nervios. Pero de nuevo El Arcángel salió al rescate de manera fulgurante. Llevando en volandas a los suyos. Ania ayudó también. Porque movió el banquillo y de manera eficiente. La entrada de Toril y Kike Márquez, primero y Simo, después, le dieron bastante aire y balón. Sobre todo balón. A partir de ahí, todo sufrimiento se debía a lo exiguo del marcador.

Todo podía pasar, pero el Córdoba se manejaba bien en el fútbol directo que proponía la Ponferradina y salía con mucho peligro a la contra. Hasta que, en una de esas, Simo fue objeto de penalti. Kike Márquez tomó la responsabilidad y puso el 2-1. El Arcángel explotó. Quedaban 7 de añadido que perfectamente podían haber sobrado. Porque Leiva, en un pecado de juventud imperdonable, vio la roja por una disputa absurda con Yuri, que también resultó expulsado. No estará el algecireño por tanto en la esperadísima final por el ascenso a Segunda.

El Barça Atlètic, último rival de la temporada

Y así llegamos a la recta final. Pocos metros separan al Córdoba del fútbol profesional. Aunque esos metros no son ni en bajada ni en terreno llano. La carretera se empina de manera bastante pronunciada. El último rival a batir será el Barça Atlètic, posiblemente el mejor equipo filial del mundo. Los de Rafa Márquez ya han avisado en este play off. Ganaron al Ibiza 1-2 en Can Misses y los destrozaron en la vuelta con cuatro goles en apenas 10 minutos para terminar venciendo 5-3. Nadie dijo que subir a Segunda iba a ser fácil.

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