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El honor siempre, a pesar de todo

Actualizada 05:00

La muerte de tres guardias civiles en Barbate a manos de unos narcotraficantes es algo que no solo no nos pilla lejos sino que sentimos, con dolor, como nuestro. La Guardia Civil se juega a diario la vida tanto en el océano como en una carretera de la Subbética. Y lo hacen de manera abnegada y silenciosa. Y sin los medios suficientes, ni humanos ni técnicos, algo que constantemente denuncian las asociaciones profesionales vinculadas al cuerpo, porque el instituto armando no puede hacerlo. Ha ocurrido este triste suceso cuando el Gobierno de España tiene movilizados a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado porque los agricultores se han lanzado a las carreteras a protestar por la ruina que se les viene encima o que ya padecen en muchos casos debido, sobre todo, al mismo Gobierno que no los ha sabido defender en Europa y que los trata con desprecio, tildándolos de reaccionarios de extrema derecha, de acomodados empresarios sin derecho a la protesta. Españoles de segunda.

El Gobierno anda más preocupado porque no le estropeen la imagen de cara al exterior o la noche de los Goya, en la que los siempre vindicantes actores seguramente callen ante las demandas justas de muchas familias españolas pero se muestren afectados con el conflicto palestino, a favor de Hamás, por supuesto. Esa contradictoria realidad es la que padece España, donde la gente con decencia – y contribuyente- está abandonada por parte de unos gobernantes más pendientes de mantenerse en el machito que de ocuparse de lo que realmente importa. Y la seguridad ciudadana no escapa a esa vileza: no se duda en emplear todos los medios en aquello que pueda afectar al Gobierno pero en el día a día, los que están al servicio y cuidado de todos los españoles no cuentan con los medios suficientes ni los efectivos necesarios ante las verdaderas amenazas. Y hacen su trabajo con abnegada obediencia. Y, como tristemente ha sido el caso, perdiendo la vida. Pero, al contrario que el Gobierno, no el honor. A pesar de todo.

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