El desánimo en la pequeña empresa familiar crece proporcionalmente al aumento de la presión fiscal y las trabas normativas. Si es difícil encontrar personal cualificado y motivado para cubrir los puestos de trabajos necesarios, más difícil es aspirar al relevo más allá de la primera generación. Pymes y autónomos son el enemigo a batir por el sistema.

Con dos chalés me conformo. Uno en Formentera y otro en Sotogrande. Tampoco pido tanto.

¡¿Socialismo o muerte?! ¡Muerte! ¡Pero primero, socialismo!

Besos revolucionarios.