La conmemoración de un nuevo aniversario de la Constitución del 78, Carta Magna bajo la que hemos conocido los españoles la mayor etapa de convivencia en paz, libertad , prosperidad y modernidad de nuestra historia, ha coincidido con la presentación pública de «Sociedad Civil Española».
Las diferentes entidades que articulan esta plataforma denuncian que desde la llegada del gobierno Zapatero en 2004 España avanza en un «proceso de desarticulación de la nación y de quiebra del orden constitucional». Camino involutivo que la mayoría Frankestein que sostiene al sanchismo gobernante ha acentuado «por decisiones políticas que buscan erosionar las instituciones, desdibujar la igualdad entre españoles, polarizando a la sociedad y sustituir el sistema constitucional por un modelo confederal, de ciudadanos de primera y de segunda, por la puerta de atrás».
El decálogo que plantean para «reconstruir España» sería, sin duda, asumible por los constituyentes del 78 que tal vez pecaron de ingenuidad al no establecer mecanismos directos de defensa del orden constitucional para su preservación efectiva. No vieron venir la amoralidad importada con el relativismo woke y su maléfico concubinato con las añejas fobias tribales localistas decimonónicas, que siempre ha reivindicado un sitio en un rincón de la historia patria, muchas veces utilizando la violencia para hacerse notar.
En la puesta en escena de Sociedad Civil Española sus líderes, entre quienes se encuentra alguien tan respetada y querida en esta casa como María San Gil, «apelan a una gran movilización cívica, con iniciativas que van desde manifestaciones hasta conferencias, recursos judiciales, intervenciones en medios.. »
Desde la línea editorial de la La Voz de Córdoba coincidimos en su diagnóstico de la situación actual, compartimos las medidas contenidas en el decálogo regeneracionista y comprometemos nuestra disposición a favorecer la difusión de cuantas acciones se encaminen en su movilización cívica.
