El Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha presidido la Solemne Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral por la Epifanía del Señor.

El Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha presidido la Solemne Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral por la Epifanía del Señor.CABILDO CATEDRAL DE CÓRDOBA

Fiesta de la Epifanía del Señor

Demetrio Fernández: «Dios ilumina nuestra vida para que sigamos sus mandamientos»

Este viernes 6 de enero se ha celebrado la Epifanía del Señor y el Obispo de Córdoba ha presidido la Solemne Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral.

En su homilía Monseñor Demetrio Fernández ha señalado que hoy se celebra «una fiesta grande», no solo porque los niños se llenan de alegría al recibir los regalos que habían soñado, «algo que de alguna manera se cumple cuando los Reyes Magos vienen a saludar al Niño Jesús, que extiende a los demás sus presentes», sino porque en el ciclo de la Navidad se llega hoy a ese colofón que consiste "en una luz nueva que alumbra en el alma de todo el que busca a Dios de verdad, es la luz de la fe, esa que ha brillado en la historia de la Humanidad y que es, el mismo Jesucristo» ha señalado.
Ha continuado recordando que en el tiempo de Navidad, el 25 de diciembre, se ha celebrado el nacimiento de Jesús, «un niño que es Dios bajado del cielo y que ha nacido de una mujer, su madre, María Santísima, que es Virgen». Hoy se celebra esa epifanía, «revelación de Jesús a todas las naciones, a todos los hombres y mujeres de todas las épocas, incluidos nosotros» que al entrar en esta fiesta y celebrarla con alegría "llegamos a conocer a Jesús como luz del mundo». En este sentido ha subrayado Monseñor que la fiesta que se celebra este 6 de enero, «es mucho más solemne en Oriente que en Occidente».
En su discurso ha comentado que hay momentos en la vida en los que "uno está a oscuras y eso nos provoca tristeza». Por el contrario, «cuando se enciende una luz en nuestra vida, por pequeña que sea, nos abre el horizonte, encontramos una esperanza, sabemos por dónde caminar». Así es como ha venido Jesús a nosotros, «como un lucero en el camino, como una luz cegadora que ilumina las tinieblas y el misterio del hombre, el sentido de la vida».
«Somos hijos de Dios destinados a vivir la vida eterna para siempre y en esta [vida terrenal] procurar un cielo y una tierra nueva». El sufrimiento tiene sentido porque es «redentor y sirve como pago de nuestros pecados, propios y los del mundo entero. El amor, el trabajo, todo cobra un sentido nuevo" ha asegurado.
"Este misterio de Dios, que estaba escondido, se ha revelado en Jesús para toda persona que viene a este mundo, busca un lugar en tu corazón y quiere hacerte ver que vales mucho a los ojos de Dios», para ello, «tenemos que orar». Los Magos de Oriente son en verdad, «buscadores de Dios». Han descubierto una luz en sus vidas, una luz que es Jesucristo representada en esa estrella presente en todos los belenes. Los Reyes ofrecieron sus regalos, -incienso, oro y mirra,- cuando encontraron a Jesús, una interpretación que «hacemos nosotros este día y que es bonito en ese camino para encontrar a Dios, que es para lo que hemos nacido, Él es nuestra felicidad». «Cuando estés en la oscuridad hay que escuchar la palabra de Dios, participar en los sacramentos y verás que vuelve a iluminarse tu corazón y tu alma con la luz de Jesucristo». Por eso, al celebrar hoy esta fiesta misionera de la Epifanía, «Dios nos ilumina nuestra propia vida presente para que la llevemos a los demás» ha concluido.
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