Rehabilitación del retablo de San Rafael de la calle Lineros
El altar de la calle Lineros sale al fin de muchos años de abandono
El alcalde destaca la recuperación de un elemento patrimonial del casco histórico
A falta de los faroles, el retablo de San Rafael de la calle Lineros ha recuperado su mejor aspecto tras un proceso de restauración iniciado el pasado otoño entre la Delegación de Casco Histórico y la Gerencia de Urbanismo ante el estado de abandono que presentaba.
Así lo ha recordado el alcalde, José María Bellido, quien ha afirmado que ya en agosto de 2017 denunció, junto al entonces edil Juan Miguel Moreno Calderón, su estado y reclamó al gobierno municipal de época una actuación que mejorara el aspecto de un elemento patrimonial que forma parte de la memoria sentimental de los vecinos y que, a la vez, no pasa desapercibido a los turistas.
Bellido ha enmarcado esta actuación dentro de las que en este mandato han tenido al Casco Histórico como destinatario, ya sean las de la Puerta del Puente, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la plaza de la Corredera o las del Templo Romano, entre otras.
Rehabilitación del retablo de San Rafael de la calle Lineros
El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha indicado que el coste de esta intervención ha sido de 35.000 euros, a los que hay que sumar el soterramiento del cableado que afeaba el altar. Este edil ha pedido «mucho respeto para que mañana no sea vandalizado ni destruido por irresponsables que no tienen respeto al patrimonio de Córdoba».
Un minucioso trabajo
La restauración del retablo ha sido realizada por la empresa Dédado, cuyo responsable, José León, ha destacado el hecho de que dentro de los trabajos se incluyera la investigación sobre la historia del retablo así como los diferentes aspectos que ha tenido a lo largo de su historia. Los lienzos, pintados por Rafael Díaz Peno en 1937 para sustituir los destruidos en mayo de 1931, han sido sustituidos por unas reproducciones.
Por parte de la Gerencia ha sido responsables el arqueólogo Juan Murillo y la arquitecto Rosa Lara, quien ha explicado que ha sido muy poco lo que se ha encontrado de su decoración primitiva, sólo la inscripción del frontón. También ha explicado que se han eliminado dos planchas de uralita con inscripciones bíblicas, por ser éste un material prohibido en la actualidad, así como que se han subsanados los daños causados. Un taller artesano trabaja actualmente en la confección de los nuevos faroles que se instalarán en breve.
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