Hoy son ordenados cinco nuevos diáconos en la Diócesis de Córdoba por el obispo Jesús Fernández

Cinco nuevos diáconos van a ser ordenados hoy por el obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, en la Santa Iglesia Catedral, en el Día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Jesús Romera Fernández, Blas Sánchez Villarejo, Angelo Bruno y Ángel González García son cuatro de los seminaristas que serán ordenados por el Obispo este lunes en la Santa Iglesia Catedral.

Los tres primeros han estado en el Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater «San Juan de Ávila» y el cuarto, en el Seminario Conciliar «San Pelagio». Los cuatro se han formado en el Instituto de estudios teológicos «San Pelagio». Por último, el quinto nuevo diácono será José Agustín González Contreras, que pertenece al Instituto del Verbo Encarnado (IVE).

A partir de este momento de la ordenación, el diácono puede impartir la bendición, presidir una celebración del matrimonio, bautizar, predicar, celebrar exequias y liturgias de la Palabra, pero no puede ni celebrar la Misa, ni confesar hasta que no reciban las órdenes sacerdotales. Su función principal es el servicio a los pobres y a la comunidad. Hay dos tipos de diácono; los seminaristas en la etapa final de sus estudios y que serán ordenados sacerdotes pronto; y los diáconos permanentes, que son ciudadanos, generalmente hombres casados, que han recibido la sagrada orden del Diaconado. Estas nuevas ordenaciones se suman las que tuvieron lugar el pasado 11 de mayo, con la ordenación de cuatro nuevos diáconos para la Diócesis de Córdoba procedentes del seminario conciliar San Pelagio, siendo administrador apostólico Demetrio Fernández.

En su homilía, el Obispo ha recomendado a los cinco nuevos diáconos acoger la gracia que les llega de los sacramentos de la Iglesia y en particular «de la Penitencia y de la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana» además de proteger su compromiso con la obediencia porque «hoy no sólo recibís una consagración, recibís también una misión: ser imagen de Cristo servidor en medio de un mundo en el que se lleva más el ser servido que el servir» y preservar el celibato como «don inestimable de Dios a su Iglesia» y signo profético que señala la presencia del reino de Dios y apunta «hacia la consumación del mismo y que, se constituye en barrera protectora que nos permite encauzar las energías al servicio de la evangelización».

Por otro lado, la Inmaculada Concepción realizará este domingo a partir de las 19:30 su salida procesional por las calles de la ciudad. La delegación de juventud de la Diócesis de Córdoba organiza un año más un acto en el que la imagen realizada por Clemente Rivas es trasladada desde la iglesia de la Compañía hasta la Santa Iglesia Catedral, donde posteriormente se llevará a cabo una vigilia de oración en el interior del primer templo de la diócesis.