Sebastián de la Obra Sierra, rector de la Casa de Sefarad y anteriormente director de la biblioteca y archivo del Parlamento de Andalucía, ha disertado en el Club Senior de Alcorce sobre la memoria Hispano-Judía. De la Obra señaló que desde antes del siglo I hay presencia de judíos en la Península Ibérica, con la construcción de cementerios en Tortosa, Mérida y Adra.
En 1492 reciben orden de expulsión la mayoría de los judíos de nuestro país y huyen por el mediterráneo, aunque mantienen la lengua castellana durante más de 500 años. Los que permanecen en la península se convierten en judíos conversos al cristianismo, dando lugar a personajes como Santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y san Juan de Ávila.
Como es bien sabido, a los judeoconversos, que mantienen sus costumbres y religión se les reserva el poco amable nombre de «marranos».
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