Entrevista al consejero de Sanidad
Enrique Ruiz Escudero: «Con el porcentaje de vacunados en Madrid no tendría sentido el pasaporte covid»
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, nos espera en su despacho situado en una calle calmada, pero en pleno centro del bullicioso Madrid. De la misma manera es su personalidad, caracterizada por la serenidad dentro de la vorágine derivada de la pandemia. La covid no le ha dado tregua, pero también le ha hecho ganar un puesto inamovible dentro del núcleo duro de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El consejero ha concedido una entrevista a El Debate para comentar la estrategia de prevención que implantará el Gobierno regional durante las navidades, la situación del PP en Madrid y otros asuntos de actualidad.
–Llega la época navideña, momento de reuniones y mayor número de aglomeraciones. ¿Qué tiene previsto la Comunidad de Madrid en materia de prevención de Coronavirus?
–Estamos preparando varias acciones de manera simultánea. En primer lugar, y como punto más importante, continuar con la vacunación para las terceras dosis y reforzar a ese 10 % de madrileños que aún no se la ha puesto. También es importante la concienciación a través de campañas de sensibilización, apelando a lo que sabemos que funciona. Por otro lado, la realización de antígenos, que será un punto importante. Es vital que no nos relajemos porque el virus sigue presente.
–¿Cómo se van a realizar los cribados masivos que pretende llevar a cabo la Comunidad?
- Esta semana anunciaremos toda la estrategia. El incorporar terceras dosis para mayores y la posible vacunación infantil ya son muchos cientos de miles de madrileños y hay que redimensionar toda nuestra red de puntos de vacunación. Y luego están los test de antígenos que también comunicaremos más sobre ello.
Enrique Ruiz Escudero en su despacho
–Ustedes han pedido a las empresas que testeen a sus empleados antes de las cenas de Navidad y ha provocado quejas sobre que tengan que ser los ya perjudicados negocios los que se hagan cargo.
–Bueno, nosotros lo hemos establecido a nivel de recomendación, puesto que es un momento donde pueden relajarse las normas. Cuando uno se realiza una prueba, como mínimo, hay un periodo de seis horas donde sabe que es negativo. Nosotros entendemos que es una manera de concienciar también a las empresas. Todo va en la línea de reforzar.
–Uno de las polémicas actuales es la implantación del pasaporte covid. En otras comunidades ya se ha implantado. ¿Usted qué piensa sobre esta medida?
–Nosotros fuimos los primeros que generamos el debate. En aquel momento era la manera de acreditar cuál era la situación de cada madrileño. Fuimos severamente criticados. Creo que las reglas del juego deberían haberse establecido de manera conjunta en toda España, pero ha habido un abandono. Ahora, teniendo el porcentaje que tenemos de población vacunada, vemos que tiene muy poco sentido implantarlo. En otros países de Europa se ha establecido para fomentar la vacunación. Es decir, si tú no estás vacunado, no tienes pasaporte, no puedes estar en ciertos entornos y si te vacunas, puedes hacerlo. Es una medida que les ha funcionado. Funciona en Francia, funciona en Italia, pero desde aquí, con los porcentajes de vacunación que tenemos ahora, veo que no tiene mucho sentido.
Escudero, durante la entrevista
–Durante la pandemia, los españoles tenían dificultad para creer en los datos por los cambios en los recuentos y la falta de transparencia del Gobierno. ¿Ha afectado esta desconfianza a la hora de tomar la decisión de vacunarse o no?
–No sé si solo es la cuestión de los datos. Nosotros estamos permanentemente estudiando, qué es lo que ocurre. Madrid ha sido siempre muy leal en cuanto a la información y a los datos que hemos dado. Además, los hemos publicado a diario con absoluta transparencia y hay que recordar que, por ejemplo, el Ministerio cambió de criterio hasta once veces. Y yo creo que todo eso lleva a la línea de cuál es la credibilidad que ha tenido el Gobierno durante la pandemia. En España no hay un movimiento antivacunas como ocurre en otros países de Europa.
–Respecto a la Comisión de Investigación de Barajas. ¿Qué es lo que falló en el aeropuerto para que se convirtiese, aparentemente, en uno de los puntos débiles de España?
–Principalmente la falta de control. En mayo de 2020, dijimos que existía la necesidad de establecer un control y exigir una prueba en origen antes de llegar. Durante la primera ola no sólo se produjeron brotes en Madrid, sino también en Murcia, en Galicia, en Extremadura… y todos entrando por el mismo destino, que es Barajas. Hemos conocido situaciones tan disparatadas como que llegasen viajeros con PCR positiva en origen y pudieron entrar desde Barajas.
En Barajas han llegado a entrar viajeros con PCR positiva por falta de control
–Emergencias Madrid se ofreció para hacer test y, sin embargo, el Gobierno ni siquiera contestó al ofrecimiento. ¿Miraron hacia otro lado de manera intencionada?
–Alguna explicación deberían de dar. Ofrecimos todo. Yo creo que ha habido una falta de control. Lo vimos claramente, por ejemplo, con los españoles que volvían de Londres en navidades con la cepa británica. Es que tenemos casos contrastados de que esto se ha producido así y, sin embargo, no ha habido respuesta por parte del Gobierno de España, que es el que tiene la competencia en el control aeroportuario.
Enrique Ruiz Escudero durante la entrevista
–¿Se sintieron asediados durante la pandemia por parte del Gobierno?
–Yo puedo hablar de multitud de decisiones que tomaba Madrid, que proponía Madrid, que eran negadas y que luego se asumían por parte del Gobierno. Por ejemplo, el uso de mascarilla. Fuimos los primeros en decir que había que utilizar mascarilla y fuimos severamente criticados. Luego, cuando establecimos los primeros cierres de todo el sector educativo. Hemos sentido una ofensiva en cuanto a nivel de comunicación, a veces, despiadada. Cuando tomamos la decisión de las zonas de salud, el ataque fue absolutamente despiadado. Nos hemos sentido permanentemente atacados por parte del Gobierno de España.
–¿Qué momento recuerda como el más duro?
–Cuando tomamos la decisión del Hospital de IFEMA en marzo. Tenemos una sanidad muy robusta y habíamos volcado toda nuestra actividad en el covid. Aún así, vimos como el número de casos no nos permitía llegar a dar respuesta a todos los madrileños. Fue un momento agridulce porque luego IFEMA tuvo un papel fundamental y se atendieron a cuatro mil madrileños en apenas cincuenta días. Fue una auténtica salvación.
Nos hemos sentido permanentemente atacados por parte del Gobierno
–¿Cuáles serían los puntos clave de una ley de pandemias?
–Establecer un sistema claro de cuáles son las competencias de las comunidades autónomas para establecer restricciones. También otros asuntos como, por ejemplo, el uso de pasaporte covid. No puede ser que cada medida que nosotros hemos tenido que pedir haya tenido que ser refrendada por un Tribunal Superior de Justicia de cada comunidad autónoma. Cuando tocas las libertades, lógicamente, tiene que estar bajo un respaldo legal que no había y, por eso, hubo que actuar con la Justicia. Hemos vivido muchas situaciones en las que Madrid se ha sentido muy perjudicada, precisamente, por no tener ese entorno legal. Hay que aprender porque esto se puede repetir.
–Usted ha definido la sanidad madrileña como muy robusta, pero hay muchas críticas dirigidas, por ejemplo, a los tiempos de espera.
–Madrid siempre había sido, hasta antes de la pandemia, la Comunidad que menos tiempo de espera tenía a todos los niveles. Nosotros, de todas maneras, publicamos mensualmente nuestros datos de lista de espera. Es verdad que, a raíz de la pandemia, tuvimos que parar todas las estrategias de lista de espera. Estamos trabajando para que este año que viene Madrid vuelva a ser la comunidad que tenga el menor tiempo de espera y, para eso, estamos actuando a todos los niveles. Hay que decir que todo lo que es patología urgente no espera, pero sí que es verdad que, para nosotros, cada persona que está en esa lista de espera es una preocupación. Nosotros damos como prioridad disminuir ese tiempo, que es fundamental. Ahora la media de España está en 87 días y en Madrid se esperan 43 pero nuestro objetivo es seguir.
–Y la telemedicina, ¿cómo va a funcionar?
–Ya se habían puesto en marcha programas de telemedicina en distintas áreas. Sí que puedo decir que se atienden a 4.500 madrileños en sus domicilios. Es nuestro gran hospital, es donde atendemos a más gente. El grado siguiente es que la telemedicina se incorpore más todavía a la atención primaria. Nosotros lanzamos la tarjeta sanitaria virtual hace un año y tenemos más de dos millones de madrileños que la utilizan. Yo creo que es una de las de las líneas que tenemos que trabajar, siempre que sea un proceso que tengamos bien identificado y permita mejorar.
Enrique Ruiz Escudero
–El pasado del Zendal lo tenemos claro, ¿cuál es su presente y futuro?
–En el presente aún estamos con el covid. Actualmente, tenemos unos 470 ingresados en la Comunidad de Madrid y casi el 20 % están allí. Mientras dure la pandemia tiene una misión de hospitalización y vacunación. En el futuro más inmediato estamos ya trabajando en la unidad de recuperación, no sólo de covid, sino de otras patologías. Son espacios muy abiertos y orientados a la rehabilitación.
En el horizonte también tenemos desplazar mucha actividad de La Paz cuando comiencen sus obras. Actividad va a tener seguro.
–Hablando ahora del Partido Popular. ¿Les está afectado esta crisis interna?
–A nivel de Gobierno puedo decirle que no. Nosotros continuamos nuestra misión, que es dar lo mejor. Queremos que nuestros servicios públicos sean de la máxima calidad. Trabajamos volcados en eso. Es cierto que es una situación que no le gusta a nadie, pero yo espero que va a llegar a vías de solución. Además, como ha dicho la presidenta, en cuanto se celebre el Congreso, yo creo que todo va a cambiar. Pero a nivel Gobierno no nos ha desviado ni un milímetro de lo importante que es seguir tratando de hacer lo mejor por los madrileños. Son situaciones que no son esperadas y que a nadie le gustan. Ha sido un pequeño desencuentro y creo que va a tener una solución rápida.
El desencuentro entre Génova y Sol no le ha gustado a nadie
–¿Sería Isabel Díaz Ayuso una buena presidenta del PP en Madrid?
–Sí. Vamos, sin duda. Además, yo creo que ha tenido aval durante toda la trayectoria, desde que empezó. Hay que recordar que cuando fue elegida candidata las encuestas nos daban 22 diputados y, en menos de dos años, ha conseguido triplicar y llegar a 65. Además, lo ha hecho en un entorno de pandemia. Tiene respaldo de la totalidad del PP. Yo creo que es una muy buena presidenta y, además, no hay ningún candidato que se haya presentado para disputar la presidencia, con lo cual el camino está más que abonado.
«La ley de eutanasia se ha utilizado con un condicionante político tremendo»
–¿Qué opina del aborto y la eutanasia?
–Con las leyes hay que actuar cumpliéndolas con transparencia. Pero, por ejemplo, la ley de eutanasia se ha utilizado con un condicionante político tremendo. No se puede entender cómo se puede llegar a lanzar leyes en una situación tan poco favorable. Nos obligaron a implantarla de manera muy rápida. Tanto la eutanasia como el aborto se usan en momentos finales y en situaciones personales de muchos españoles. Hay que poner todos los medios para que no se llegue a esta situación, o sea, que ninguna mujer tenga que abortar y que ninguna persona tenga que pedir la eutanasia.
Yo creo que hay que fomentar políticas de natalidad buenas, de protección de la maternidad y unos buenos cuidados paliativos. Como administración tenemos mucho que hacer para no tener que llegar ni a que se produjese ningún aborto ni que se produjese ninguna eutanasia. Pero cuando se toma esa decisión, lógicamente hay que cumplir la ley.
–Con las leyes hay que actuar cumpliéndolas con transparencia. Pero, por ejemplo, la ley de eutanasia se ha utilizado con un condicionante político tremendo. No se puede entender cómo se puede llegar a lanzar leyes en una situación tan poco favorable. Nos obligaron a implantarla de manera muy rápida. Tanto la eutanasia como el aborto se usan en momentos finales y en situaciones personales de muchos españoles. Hay que poner todos los medios para que no se llegue a esta situación, o sea, que ninguna mujer tenga que abortar y que ninguna persona tenga que pedir la eutanasia.
Yo creo que hay que fomentar políticas de natalidad buenas, de protección de la maternidad y unos buenos cuidados paliativos. Como administración tenemos mucho que hacer para no tener que llegar ni a que se produjese ningún aborto ni que se produjese ninguna eutanasia. Pero cuando se toma esa decisión, lógicamente hay que cumplir la ley.
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