La Policía Nacional detiene a once miembros de la banda latina Forty Two

La Policía Nacional detiene a miembros de la banda latina Forty Two en MadridEuropa Press

Madrid

Radiografía de las bandas latinas en Madrid: activas, violentas y con fácil acceso a armas blancas

La Delegación del Gobierno en Madrid, que prefiere llamarlas «bandas juveniles», asegura que la Policía hace bien su trabajo y adelanta la Junta Local de Seguridad al viernes 18 de febrero

Ha sido un fin de semana negro en la ciudad de Madrid. Las bandas latinas han vuelto a actuar y se ha saldado con la muerte de dos jóvenes, de 15 y 25 años, y con dos heridos graves, de 17 y 25. El primer asesinato se produjo a las puertas de la discoteca Independance Club, en Atocha. Un grupo de menores se enfrentó a otro de jóvenes latinos y la reyerta finalizó con el apuñalamiento de uno de los chicos, que fue atendido por el personal de una discoteca cercana, del McDonald's y del SAMUR, que no pudo impedir la muerte del joven.
El otro homicidio se produjo en el distrito de Usera. En un parque situado junto a la calle de San Mario, en el barrio de San Fermín, un joven colombiano de 25 años falleció tras recibir varias heridas de arma blanca en el cuello, el costado y la espalda. También se produjeron dos apuñalamientos, uno en Montecarmelo y otro en Parla, que se saldaron con dos heridos graves que se recuperan en el hospital.
Las principales bandas latinas que se encuentran en la Comunidad de Madrid son los Dominican Don´t Play, los Trinitarios, los Ñetas y los Latin King. Cada una de ellas domina un territorio, y su actividad está relacionada con la extorsión, el tráfico de drogas y las reyertas. La Policía está preocupada por el fácil acceso que tienen a armas blancas, por ejemplo machetes. Además, hay que sumar los problemas que acarrea querer abandonar una de estas bandas, que apalizan o extorsionan a los «desertores», a los que llegan a pedir cifras cercanas a los 3.000 € por renunciar a ser parte de la banda.
Los enfrentamientos entre las bandas están motivados por el control de territorios, que pueden ser barrios enteros, manzanas o simplemente algunas calles o parques determinados.
La principal organización empresarial del sector del ocio nocturno en Madrid, Noche Madrid, que junto a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento han solicitado una reunión urgente con la delegada de Gobierno en la comunidad, indican que no harán más declaraciones «hasta haber mantenido la reunión solicitada».
07-02-2022 Sucesos.- El crimen de la calle Atocha comenzó con una reyerta entre DDP y Trinitarios.

El asesinato el sábado por la noche a las puertas de una discoteca en la calle Atocha comenzó con una reyerta entre miembros y simpatizantes de los Dominican Don't Play (DDP) y los Trinitarios, las bandas latinas con más integrantes en la actualidad en la Comunidad de Madrid, han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación.

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El crimen de la calle Atocha comenzó con una reyerta entre DDP y TrinitariosEuropa Press

Dónde actúa cada banda

Los Dominican Don’t Play (DDP) están activos en Alcobendas, Pozuelo de Alarcón y los barrios madrileños de Alfonso XIII, Aluche, Argüelles, Carabanchel Alto, Campamento, Ciudad de Los Ángeles, El Carmen, Embajadores, Moncloa, Moratalaz, Oporto, Plaza Elíptica, Prosperidad, Tetuán, San Blas, San Cristóbal, Tetuán, Villaverde y Vista Alegre. Son conocidos por usar principalmente machetes y cuchillos como armas en sus enfrentamientos con bandas rivales. Es uno de los grupos más violentos y peligrosos y su vestimenta suele llevar los colores azul y rojo de la bandera dominicana.
Los Trinitarios se asientan en Alcalá de Henares, Leganés, Villalba, Hoyo de Manzanares, Fuenlabrada y Getafe y los barrios madrileños de Ciudad Lineal, Cuatro Caminos, Estrecho, Nuevos Ministerios, Orcasitas, Plaza Elíptica, San Blas, San Cristóbal, San Fermín, Tetuán, Urgel, Usera, Vallecas, Villalba y Villaverde. Están presentes en España desde que en 2001 la organización emergiera en la prisión de Alcalá-Meco. Sus miembros son de diversas nacionalidades.
Los Ñetas se han hecho fuertes en Parla, Fuenlabrada, Getafe, Leganés y Torrejón de Ardoz y en los barrios madrileños de Delicias, Legazpi, Orcasur, Pacífico, San Fermín, Usera y Vallecas.
Los Latin Kings están muy activos en Alcorcón y los barrios madrileños de Bilbao, La Latina, Lucero, Urgel, Aluche, Las Rosas, Oporto, Plaza Elíptica, San Blas, Getafe, Leganés, Parla, Torre Arias, Vallecas, Villaverde y Vista Alegre.

Características de las bandas

Estas bandas, todas de origen latino, llevan ya muchos años en las calles de las ciudades españolas. Con origen en Estados Unidos, muchas de estas bandas aterrizaron en Madrid con una estructura y funcionamiento similares a los que tienen en América, pero con el paso de los años han ido reclutando cada vez a más gente. Cada una de las bandas tiene su vestimenta, pero abundan las gorras negras, las zapatillas Nike Jordan, las vestimentas oscuras y las bandanas o pañuelos grandes, con los que se cubren la cara para ocultar su identidad.
Otro elemento fundamental dentro de las bandas es la jerarquía. En cada una de ellas hay rangos superiores a otros. Por ejemplo en la banda Dominicans Don´t Play, los colores del collar que llevan marcan el rango de cada uno. Cuantos más colores, mayor rango. Concretamente, en la banda de los Trinitarios, las divisiones o rangos son las siguientes: Disciplina (los que velan por la puntualidad), Ángeles (quienes asisten a los jefes y atienden a las nuevas incorporaciones), Tesoreros (los que llevan las cuentas) y Guerreros universales (quienes organizan la estrategia de la pelea).
Además, los miembros de estas bandas suelen venir de familias desestructuradas. Como se les ofrece una segunda familia que «siempre va a estar a su lado», es fácil que jóvenes de familias con las que apenas pasan tiempo sean reclutados para estas bandas. Abundan las fiestas y el sexo en grupo (excepto en los Trinitarios) con la aquiescencia de las chicas. Allí los jóvenes encuentran también mucho alcohol, marihuana y cocaína.

Postura del Gobierno

En declaraciones a El Debate, Delegación de Gobierno en la Comunidad de Madrid, indica que hay una constante colaboración y comunicación con el Ayuntamiento sobre las «bandas juveniles», término que emplean para referirse a las bandas latinas por las distintas nacionalidades de los miembros. Cabe indicar, que pese a que algunos son nacidos en España, todos son de origen o de padres latinoamericanos. Además, comentan que «la investigación está en manos de la Policía», de quien aseguran, que «gracias a su trabajo, evitan más del 98,5 % de las actuaciones de estas bandas».
Recuerdan también, que la Junta Local de Seguridad, que se celebra dos veces al año con la participación de Delegación de Gobierno, Ayuntamiento de Madrid y Fuerzas de Seguridad del Estado, y estaba prevista para finales de este mes de febrero, se va a adelantar y se celebrará finalmente el 18 de febrero. El tema de las bandas latinas estará, sin duda, encima de la mesa.
Respecto a la petición de una reunión urgente con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, indican que a Mercedes González apenas le ha dado tiempo de leer la carta enviada por el Ayuntamiento, pero que convocará a los medios en tanto tenga toda la información sobre los sucesos acaecidos el fin de semana en la capital.
Imagen de archivo de un vehículo de la Policía Nacional

Imagen de un vehículo de la Policía NacionalEuropa Press

La Policía rediseñará su operativo

La Policía no cree que haya un repunte de las agresiones protagonizadas por las bandas latinas a pesar de las que se han producido este fin de semana en la Comunidad Madrid. Aún así va a rediseñar el operativo que mantiene desplegado desde diciembre contra estos grupos para incidir en las zonas más «sensibles».
Fuentes policiales han precisado que hay ocasiones en las que hay jóvenes que no son oficialmente miembros de bandas latinas pero sí «flirtean» o son simpatizantes, y de hecho tras el crimen de un menor en la calle Atocha varios seguidores de Los Trinitarios han publicado vídeos en homenaje al fallecido.
Las fuentes reclaman una mayor vigilancia e implicación por parte de los padres y de los educadores para que los menores no se sumerjan en estos grupos.
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