Vista de Madrid con el edificio de Gran Vía 60 tras la Guerra Civil
El nuevo hotel que acogerá la Gran Vía tras varios años abandonado
El Ayuntamiento municipal ha aprobado el plan de la empresa hotelera que quiere volver a ocupar el inmueble histórico
El edificio situado en el número 60 de la Gran Vía madrileña está catalogado con nivel máximo de protección por el Gobierno municipal, pero llevaba cinco años abandonado. Este viernes el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un proyecto hotelero que quiere recuperar el inmueble y será presentado en el próximo pleno para finalizar el proceso de autorización. Se efectuarán trabajos de rehabilitación que podrían extenderse hasta tres años después de obtener los permisos definitivos.
El expediente por el que se solicita la implantación del uso terciario de hospedaje se encuentra en tramitación desde finales del mes de octubre de 2022. En él además se solicita realizar unas obras de ampliación para permitir un incremento de su edificabilidad en un 10 % respecto a la existente en la actualidad.
El edificio es de función privada, residencial y para el establecimiento de oficinas. Gracias a la contemplación de su aplicación residencial está permitido el nuevo uso como hotel. Siguiendo la misma normativa, sin contar con los locales comerciales de su planta baja, su último propietario fue el Cambridge Institute. El trazado original del edificio estaba proyectado como sede bancaria, local comercial y plantas de viviendas. Se estima que, de realizarse la ampliación solicitada, en el futuro podrá albergar cerca de 500 huéspedes.
Patrimonio singular
El Plan General de Ordenación Municipal que ha clasificado el inmueble con el nivel 1 de protección establece que es de grado Integral. Esta clasificación precedida por un profundo análisis de sus características, define qué obras se pueden realizar, cuáles son los elementos de conservación obligatoria, en cuáles se puede intervenir y en qué medida. Estos casos «tienen la consideración de restauración obligatoria en toda su superficie», según establecen las bases legales del Ayuntamiento de Madrid.
Este tipo de catalogación indica que es un edificio de gran interés. Proyectado por Emilio Ortiz de Villajos Müller para la sede del Banco Hispano de la Edificación fue inaugurado en 1932. Uno de sus elementos más característicos es la escultura colosal, conocida como El Romano, que culmina su fachada. el personaje masculino de 7,60 metros de altura levanta sobre su cabeza una casa que simboliza la institución bancaria a la que estaba dedicado.
Los periódicos de la época ya admiraban la decoración escultórica: «Coronado por la concepción genial del escultor, gloria española, Victorio Macho, puede dejar orgulloso por mucho tiempo hasta lograr la superación al joven arquitecto y sus constructores los señores Prado y Vallina», apuntaba un artículo de Luz, diario de la República.
Artículo sobre la inauguración del edificio publicado en el periódico Luz, 24/06/1932
Una nueva fachada
Concebido con 12 plantas de altura y tres cuerpos en columna, presentaba una fachada de estilo art decó. La zona había sufrido grandes daños a causa de los bombardeos durante la Guerra Civil y su frontis fue intervenido en 1944 por Casto Fernández-Shaw, máximo representante de la arquitectura de estilo racionalista en la capital.
Desde entonces un arco une los dos cuerpos laterales, una solución arquitectónica para unificar los volúmenes irregulares de la construcción original. También retiró los balcones del cuerpo central, igualando todas las ventanas. Con su actuación trataba de lograr una imagen totalizadora de la fachada, un resultado que logró en el edificio Coliseum, situado también en la Gran Vía, construido entre 1931-1933.
detalle de la fachada después de la remodelación de Castro Fernández-Shaw
En su interior destaca la escalera estilo imperial confeccionada con ricos materiales, que ha perdido parte de su decoración pero ha mantenido unas vidrieras originales. El resto de acabados son posteriores, ahora se encuentra provisto de una combinación de mármoles de colores.
El uso de este edificio como hotel hace homenaje a la imagen histórica de la Gran Vía. Estudiada por el historiador Pedro Navascués, se establece con el primer edificio terminado, el Hotel de Roma, inaugurado por Alfonso XIII, que actualmente es la sede de la Conserjería de Justicia, Función Pública y Administración Local de la Comunicad de Madrid. Este pareció servir de estímulo, pues a partir de entonces fueron numerosos los hoteles que se levantarían en el primer tramo, en el segundo se situaron más edificios dedicados al mundo del espectáculo.
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