Concha Méndez (segunda mujer empezando por la izquierda) junto a otros protagonistas de la Generación del 27í
Un espacio del barrio de las Letras de Madrid pasa a llamarse plazuela de Las Sinsombrero
El Ayuntamiento quiere rendir homenaje a las mujeres artistas que pertenecieron a la Generación del 27, poco reconocidas, que residieron en la ciudad
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves el proyecto de asignar el nombre de la plazuela de Las Sinsombrero al espacio urbano situado entre las calles de la Alameda, Verónica y Gobernador, en pleno barrio de las Letras.
Se trata de una propuesta de la Junta Municipal del Distrito de Centro que responde al deseo de rendir homenaje a las mujeres artistas que pertenecieron a la Generación del 27 pero cuyos nombres, décadas después, continúan sin ser representativos de este movimiento cultural.
Un gesto significativo
El nombre del grupo de Las Sinsombrero responde al gesto que llevaron a cabo en los años 20 Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca. Maruja Mallo explicó en sus entrevistas que paseando por la Puerta del Sol un día decidió dejar de llevar sombrero debido a que opinaba que se le congestionaban las ideas.
En aquel momento el sombrero era un signo de jerarquía tanto en hombres como en mujeres. Este signo de rebeldía frente al orden social fue duramente reprendido, la gente tildó a estas mujeres de prostitutas, recibían gritos y les arrojaban piedras. A medida que estas intelectuales fueron triunfando en sus respectivos campos de actuación se generalizó la moda de no llevar sombrero en aquellas personas, jóvenes, que se identificaban con sus principios modernos y rupturistas.
Sombreros de la empresa familiar Manuel Pradilla Crespo en el Madrid de 1911
Personajes de vanguardia
Este grupo de mujeres se tuvieron un enorme peso en la vanguardia artística de principios del siglo XX. Formaron parte las pintoras Maruja Mallo, Rosario de Velasco, Margarita Manso, Dehly Tejero y Ángeles Santos; la escultora Margarita Gil Roësset; la filósofa María Zambrano; las poetas Concha de Albornoz, Concha Méndez y Josefina de la Torre; las escritoras Enernstina de Champourcín, Teresa León y Rosa Chacel; y la periodista y escritora Luisa Carnés, entre otras.
María Zambrano en Ponte Vechio
Madrid en los años 20
La ciudad de Madrid fue el epicentro de sus vidas. En ella residieron, estudiaron o desarrollaron su actividad artística. Desde 1917 la capital fue un centro del arte y la literatura de vanguardia.
La cultura de lo nuevo nació entre las paredes del despacho de Ramón Gómez de la Serna y a través de las tertulias literarias se expandió gracias a los nuevos intelectuales de la Generación del 27. Aunque menos conocidas, ellas también crearon conceptos de modernidad y se mantuvieron abiertas a las nuevas corrientes europeas, e incluso recuperaron la tradición popular bajo sus propias miradas.
El caso de cada una de ellas merece especial atención pues esta visión de conjunto no permite contemplar su actitud rompedora, que las hizo inclasificables y diferenció sus aportaciones respecto a las corrientes artísticas y literarias imperantes. Las Sinsombrero «transformaron el panorama cultural y artístico de la España del momento», ha subrayado el Ayuntamiento en un comunicado.
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