Madrid cuenta con cerca de 2.000 esculturas, muchas de ellas desconocidas para los habitantes de la capitalEl Debate

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Las 10 esculturas de figuras madrileñas que puedes encontrarte mientras paseas por la capital

Madrid cuenta con cerca de 2.000 esculturas, muchas de ellas desconocidas para los habitantes de la capital, entre ellas, algunas de personajes cotidianos de la ciudad

Según Patrimonio Urbano en la ciudad de Madrid existen alrededor de 2.000 esculturas, por lo que es muy improbable conocerlas todas e incluso a los propios madrileños les pueden sorprender muchas de ellas. A continuación te presentamos algunas de las esculturas de personajes cotidianos que podemos encontrar en las calles de la capital compartiendo espacio con los madrileños.

1. El vecino curioso

El vecino curiosoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Esta estatua se la debemos a Salvador Fernández Oliva, artista a quien encargaron esta obra para que fuera colocada en el barrio de Palacio en el distrito Centro. La escultura broncínea representa a un hombre con boina apoyado en la barandilla, dirigiendo su vista hacia las ruinas de la iglesia de la Almudena e invitando a los transeúntes a hacer lo mismo. Fue colocada allí en 1999.

2. La universitaria

La universitariaPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Si caminamos por la calle Pez en el madrileño barrio de Malasaña podemos toparnos con una joven de bronce sosteniendo algunos libros y apoyada en la pared en un ligero contrapposto. La escultura se llama en realidad Tras Julia, y representa a una universitaria llamada Julia que habría sido la primera mujer en ingresar en la Universidad Central de la calle San Bernardo en el siglo XIX, aunque para hacerlo, tuvo que disfrazarse de hombre. Esculpida en 2003 por Antonio Santín Benito, se trata de una de las obras que más gustan a los viandantes para realizarse fotos a su lado.

3. El barrendero

Barrendero madrileñoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Esta obra es una oda a los barrenderos madrileños, un colectivo a menudo menospreciado y que sin embargo es imprescindible para la vida de la ciudad. Situada en la plaza de Jacinto Benavente, se trata de una escultura en bronce de bulto redondo que representa a un humilde barrendero realizando su labor. Realizada por el escultor Félix González García, fue instalada en la plaza en 2001 tras concluir las obras de remodelación.

4. La Violetera

La VioleteraPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Las violeteras eran floristas que ofrecían a los paseantes violetas u otras flores para que se las compraran y las lucieran en el ojal de la chaqueta. Estas mujeres son una imagen típica del antiguo Madrid a las que alude el culplé compuesto por José Padilla en 1914: «Como aves precursoras de primavera//en Madrid aparecen las violeteras//que pregonando parecen golondrinas//que van piando, que van piando». La letra de este canción es de Eduardo Montesinos, y fue popularizada por la cantante Raquel Meller. La escultura hoy situada en la Plaza Gabriel Miró, fue esculpida por las manos de Santiago de Santiago, quien la realizó en 1990 como homenaje a José Padilla en material pétreo de caliza.

5. El farolero

Farolero madrileñoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Si nos acercamos a la calle Concepción Jerónima en el madrileño barrio de Embajadores, podremos encontrar un personaje de los que antaño recorría Madrid encendiendo y apagando las luces. Este farolero de bronce lo realizó Félix Hernando García, quien completó el encargo del Ayuntamiento en 1999. Sin duda, una simpática imagen que nos acerca a lo que fue el alumbrado de la ciudad en el siglo XIX.

6. El lector

El lectorPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

De nuevo una obra de Félix Hernando García nos sorprende en las calles de Madrid. Esta estatua, realizada en 1998, representa un joven lector, que sin embargo quiere ser un homenaje no demasiado obvio a Carlos Cambronero; historiador, ensayista y literato que se dedicó especialmente a la ciudad de Madrid, lo que le ganó el título de Cronista Oficial de la Villa de Madrid entre otros. Situada en la calle San Justo, la figura de bronce nos saluda a la entrada de la biblioteca de Iván de Vargas.

7. El hombre sentado

Hombre sentadoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

La tercera obra de Félix Hernando García que traemos en esta recopilación representa la simple imagen de bronce de un hombre corriente sentado en un banco. Realizada en 1997, el artista la presentó a un concurso convocado por la Escuela de Artes y Oficios de la Palma y la EMV cuando todavía era estudiante. A pesar de no resultar ganadora, se decidió colocar la obra en la actual Plaza de la Paja del barrio de Palacio.

8. La abuela rockera

La abuela roqueraPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

La artista Carmen Jorba, escultora argentina residente en España, realizó en 1994 este busto en memoria de Ángeles Rodríguez Hidalgo (1900-1993), un personaje muy querido en la cultura popular vallecana. Más conocida por su apodo, «La Abuela rockera», esta madrileña se hizo conocida por su gusto por el rock duro y al Heavy Metal. En 1994, la autora concluyó la obra que hoy se sitúa en la calle Peña Gorbea, en el Puente de Vallecas. Está realizada en material pétreo, concretamente granito, y también tiene adosadas dos placas de bronce.

9. Joven bailando

Joven bailandoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Si caminamos por la calle Palma de Madrid podremos encontrar esta trabajada escultura del artista Roberto Manzano Hernández. Realizada en 1996, esta obra urbana de bronce representa a una joven a tamaño natural. El escultor capta perfectamente el movimiento y deja ver la silueta de la mujer con la técnica de los paños mojados. La figura se apoya directamente en el suelo, sin pedestal.

10. Joven caminando

Joven caminandoPatrimonio Cultural y Paisaje Urbano Madrid

Mientras caminamos por el barrio de Malasaña de Madrid, podemos encontrar a una joven que se dirige, aparentemente, a la escuela, con una carpeta bajo el brazo y una mochila a la espalda. El autor es Rafael González García, y realizó la estatua en bronce a tamaño natural en 1996. Sin duda una escultura que invita a convivir con la obra en medio del bullicio de la ciudad.