Mecanismo de apertura del vestíbulo de Ventas
El vestíbulo secreto del Metro de Madrid, que data de los años 60
El Debate se adentra en esta futura cápsula del tiempo, que se rehabilitará para darle esos aires del suburbano más clásico
Metro de Madrid es un cajón de sorpresas. Sus 104 años dan para muchas historias y secretos, como el que hay en la parada de Ventas. Esta estación guarda la esencia del suburbano más antiguo al estar construida en ladrillo, recreando la icónica plaza de toros. Con motivo de su reforma y modernización se 'encontró', como si de un descubrimiento a lo Indiana Jones se tratase, un antiguo vestíbulo de los años 60.
Este espacio se rehabilitará aprovechando la reforma de la estación, que cuenta con un presupuesto de 20 millones de euros y un periodo de trabajo de 2 años. Hay que destacar que no se cerrará la línea.
A este vestíbulo secreto se accede a través de la antigua cabina del jefe de la estación que da al andén y antes era la propia salida del metro que daba a este acceso antiguo. Esta antesala será decorada con temática de la época de los 60.
Vestíbulo secreto de Ventas
Para acceder a esta cápsula del tiempo hay que subir unas escaleras, tal y como si fuéramos a salir del metro. La oscuridad y la humedad prima en este lugar. Está tal y como lo dejaron tras el cierre de esta salida.
Este conjunto 'arqueológico' del suburbano lo componen los 'torniquetes' de la época. Al tratarse del vestíbulo de salida más cercano a la plaza su sistema era muy efectivo y ayudaba a los viajeros.
Un sistema de salida pionero
El sistema de salida estaba compuesto por un mecanismo rectangular metálico, similar a la caja que conocemos en la actualidad. El cambio más significativo es el mecanismo que permite la salida de los pasajeros.
Esta es una valla metálica que se abría y cerraba gracias a un anclaje que se activaba por medio de una placa metálica que estaba en el recorrido de la salida.
Mecanismo de apertura del vestíbulo de Ventas
Este sistema era muy eficiente porque solo permitía la salida de pasajeros y no la entrada. Además, de esta manera se evitaba que los más perspicaces se colasen en el suburbano. Este vestíbulo contaba además con la caseta de vigilancia para que todo estuviera en orden.
La reforma de este espacio será integral. Las mamparas que constituían la salida se les dará un lavado de imagen y conformarán un único panel como en los años 60. El alicatado de las paredes también se sumará a la reforma.
Asimismo, las baldosas hexagonales y las luminarias tendrán estos aires del Madrid más clásico. Y por no olvidar que los 'toniquetes' se restaurarán por completo a la par que los dos vestuarios y la sala de vigilancia.
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