Los forenses confirman que las lesiones craneales de la niña de 2 años agredida por su cuidadora eran mortales
Fueron los propios médicos quienes alertaron de que los golpes no eran propios de una caída desde una cuna sino que habían sido infringidos con fuerza desde una altura mayor
Una mujer está siendo juzgada en Madrid por la agresión en dos ocasiones a una niña de dos años que estaba a su cargo. Ahora, los médicos forenses que atendieron a la pequeña han corroborado que las lesiones craneales que presentaba la menor y que le podrían haber llevado a la muerte de no haber actuado antes de las 72 horas.
La Audiencia Provincial de Madrid juzga desde este martes a esta cuidadora a instancias de un procedimiento iniciado por los padres de la menor en 2018 tras varios episodios violentos detectados a partir de 2017 en los que la niña resultó herida de gravedad.
La mujer se enfrenta a una petición fiscal de 25 años de cárcel por un delito de intento de asesinato, una calificación penal que se sustenta precisamente en los informes forenses ratificados este miércoles ante el tribunal.
En su declaración, la acusada culpó ayer a los hermanos de los posibles golpes que habría sufrido la pequeña. «Sus hermanos eran muy brutos, sobre todo el pequeño», esgrimió frente a la versión del padre de que sus hijos mayores tenían «extremo cuidado» con la niña.
En la sesión hoy, han comparecido los médicos que realizaron un TAC a la niña como consecuencia del traumatismo craneaoencefálico que sufrió en una ocasión, el doctor de radiodiagnóstico y la pediatra de la víctima. La pequeña ingresó varias veces en el hospital por diferentes incidentes con la niñera.
La madre relató que en uno de esos presuntos episodios de maltrato se encontró a su hija llorando en la cuna con un chichón en la cabeza. A las horas, la tuvo que llevar a urgencias al tener la cara hinchada y la oreja deformada.
En esta ocasión, presentaba un grave traumatismo craneoencefálico con desplazamiento del pabellón auricular por una posible hemorragia interna severa.
Fueron los propios médicos quienes alertaron de que los golpes no eran propios de una caída desde una cuna sino que habían sido infringidos con fuerza desde una altura mayor. Tras ello, despidieron a la cuidadora y pusieron el asunto en manos de su abogado pro posible maltrato.
En la pericial, los forenses han corroborado que las lesiones corresponden con una precipitación desde altura, más allá de una cuna o desde el suelo sobre un piano. Además, han comentado que las lesiones podrían haber sido mortales de haber actuado antes de las 72 horas.