La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la redacción de El DebatePaula Argüelles

Entrevista a la presidenta de la Comunidad de Madrid

Isabel Díaz Ayuso: «Cuando se entra en un proceso de tiranía dando pequeños pasos mucha gente no es consciente»

  • La presidenta autonómica denuncia que el socialista ha hecho «una lista con todo lo que da fortaleza a Madrid y va, punto por punto, destrozándolo todo»

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llega unos minutos antes de la cita programada a la redacción de El Debate. Viene directa de un acto y se irá corriendo después a otro. Su agenda es frenética, pero, a once plantas de altura, sentada en el Sofá Chester de la sede de operaciones de este periódico, hace un parón para analizar en profundidad toda la actualidad. Desde sus continuos choques con Pedro Sánchez, hasta cómo ve a Alberto Núñez Feijóo y a su partido, pasando por el Valle de los Caídos, la inmigración o Donald Trump. Tantas cuestiones que, para no abrumar al lector, esta entrevista se ha dividido en varias entregas. Aquí la primera de ellas.

— El Gobierno central ha prohibido la tradicional parada militar del Dos de Mayo, ¿por qué cree que ha tomado esta decisión?

— Esta parada forma parte de la historia de Madrid desde hace siglos. Poco después del levantamiento contra las tropas francesas, ya había manifestaciones de las Fuerzas Armadas con el pueblo en distintas plazas de toda la monarquía hispánica. Durante la II República también hay imágenes de estas celebraciones. Después, en democracia, todos los presidentes de la Comunidad de Madrid han tenido una celebración con el Ejército por este día grande.

Es una ruptura artificial y muy dolorosa, que no va sólo contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid, va, sobre todo, contra los madrileños. Nos parece de un sectarismo imperdonable. Es muy preocupante cuando un Gobierno que no respeta los límites y la separación de poderes considera que el Ejército es suyo y puede colocarlo a conveniencia. Nosotros, mientras tanto, estamos preparando un día alegre, festivo, muy bonito y muy popular, como ha sido siempre.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la redacción de El DebatePaula Argüelles

— Más allá del choque político y del agravio que supone esta prohibición, ¿no cree que habría que mantener cierto decoro institucional y haber invitado a algún representante del Gobierno central a esos actos?

— La falta de decoro institucional viene cuando uno decide romper y separar al Ejército del pueblo de Madrid por una cuestión política e ideológica. Además, tengo entendido que van a intentar llevarlo al resto de comunidades autónomas, para disimular. Pero es evidente que esto viene por aquí. De hecho, ya intentaron prohibir que fuera a una jura de bandera en Alcobendas hace poco tiempo. Mientras esta situación siga así, los miembros del Gobierno no van a venir a esta celebración y lo saben. Es muy fácil, que dejen de manera natural e histórica, como siempre ha sido, desfilar y hacer esa parada al Ejército y volveremos a recuperar las relaciones para este día. Si no, mientras tanto, la decisión que hemos tomado es inamovible. Y lo lamentamos mucho porque esto no tendría que haber llegado tan lejos.

— El Tribunal Constitucional ha admitido tanto su recurso como el del Ejecutivo de Sánchez sobre la declaración de la Real Casa de Correos como «lugar de memoria democrática». ¿Qué cree que va a ocurrir con esta cuestión y por qué cree que el Gobierno tiene tanto interés en colocar una placa en la sede de la Comunidad de Madrid para recordar que ahí se produjeron torturas durante el franquismo?

— Lo vamos a llevar a todos los tribunales y lo estamos peleando. Es un edificio que tiene más de 200 y pico años de vida y reducirlo al interés del Gobierno nos parece profundamente sectario. El edificio fue resignificado en tiempos de Joaquín Leguina para que fuera de todos. Las únicas placas que hay hoy son las de recuerdo a las víctimas del atentado del 11M, a los héroes de 1808 y a los fallecidos por la pandemia. Son homenajes que unen al pueblo de Madrid y que no buscan solamente extraer partes interesadas de la historia del edificio. Esto lo único que hace es dividir y enfrentar, llevar a España a ese ambiente de Guerra Civil, que es lo que tanto promueve el Gobierno. Necesita tenernos siempre inmersos en debates sobre temas que no existen para no afrontar lo que sí pasa.

Valle de los Caídos

— No son pocos los madrileños que echan de menos que esa determinación a la hora de proteger la Real Casa de Correos se extienda también al Valle de los Caídos y su cruz.

— Son cosas aparte. Si me está costando proteger la Real Casa de Correos, imagínese un edificio sobre el que no tengo nada que ver, un recinto que es Patrimonio Nacional. La Real Casa de Correos es patrimonio de la Comunidad de Madrid y aun así, insisto, estamos teniendo muchas dificultades porque, como el Gobierno no respeta los límites, ni las leyes, hace lo que quiere. Nosotros, además, en el momento en el que ni siquiera ya ni Franco ni José Antonio están ahí enterrados lo que sí pedimos es que se respete la Basílica. Nosotros hemos protegido las escolanías, como un lugar de culto que tiene que seguir ahí. A partir de ahí, creo que ya es mezclar otras cosas... creo que los problemas reales, por ejemplo, el proceso de islamización de España, son más importantes y no se les pone el acento porque el Gobierno nos tiene en esta parte, que es lo que quiere. Yo tengo que operar donde puedo hacer algo de verdad.

— ¿Quiere el Gobierno distraer la atención de ese proceso de islamización que comenta con la resignificación del Valle de los Caídos y que se hable de ello en lugar de hablar sobre otras cuestiones?

— Como esto lo hacen con todo. Con el choque artificial entre la universidad pública y la privada, que es el último disparate jurídico, enfrentando a las empresas con sus empleados, a la izquierda con la derecha, enfrentándolo todo. Están en un permanente debate para tratar lo que no pasa. Mientras, los problemas reales de España, la falta de niños, un problema de demografía absoluto, el descontrol de la inmigración... Todos los problemas del desincentivo de la empresa, de abandono de una serie de valores, todo lo que el Gobierno no está haciendo es más preocupante y lo van a pagar las futuras generaciones. La falta de fortaleza de España ante el mundo, la política internacional disparatada que estamos llevando. Son problemas que nuestra empresa, nuestras inversiones, nuestra marca van a pagar, además del endeudamiento por décadas. Yo creo que la estrategia de Sánchez es dejar en el futuro a España como un país invivible para que se eche de menos esta etapa.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un momento de su entrevista con El DebatePaula Argüelles

Inmigración

— Respecto a la inmigración, ustedes han llevado también ante el TC el reparto de menores inmigrantes no acompañados propuesto por el Gobierno, ¿qué cree que ocurrirá finalmente con ese reparto? Recientemente en Madrid pidieron la reagrupación familiar de cuatro de estos menores por problemas de integración, ¿se van a pedir más reagrupaciones?

— Vamos a pedir la reagrupación familiar siempre que no puedan adaptarse y que, por tanto, sea un problema para el mantenimiento de servicios públicos y de la propia convivencia. La política migratoria que está manteniendo el Gobierno es disparatada y totalmente irresponsable. No sé por qué, no sé qué tiene detrás y qué busca, pero está generando un problema de convivencia en algunos lugares y un desequilibrio en los servicios públicos. Lo que a mí me preocupa es que vayan poco a poco transformando una nación de siglos, que se constituye sobre una Monarquía Parlamentaria, donde todos somos iguales ante la ley y las oportunidades, donde nos hemos dado unas reglas del juego después de muchos años de trabajo, de esfuerzo de generaciones y yo no quiero que nada de eso se pierda. Como no quiero que tampoco los servicios públicos se hagan insostenibles y esto es algo que el Gobierno alimenta constantemente.

Nosotros, dentro de la Ley del Menor estamos obligados a integrar a los menores y darles acogimiento, sino estaríamos prevaricando. Es nuestra responsabilidad, pero no es la política migratoria que nosotros defendemos. Sí la integración, por supuesto, de aquellas personas que vienen a trabajar, a contribuir, a respetar una Constitución como hemos de hacer los demás cuando vamos a otros países a buscar oportunidades.

Universidades privadas

— ¿Cómo va a proteger Madrid a las universidades privadas del decreto del Gobierno en el marco de la Ley de Universidades autonómica que está preparando?

— Aquí hay un problema que existe y uno que no existía. El problema que existe es el de la universidad pública, donde estudia el 70 % de los universitarios. Lo que nosotros queremos hacer con la ley es que la pública sea cada vez más competitiva y que Madrid tenga las mejores cifras en educación universitaria. Estamos haciendo una reforma ambiciosa para que la universidad de Madrid siga creciendo como debe.

Y los problemas que tiene la universidad pública en España nada tienen que ver con la privada, que no tenía ningún problema hasta que ahora el Gobierno ha decidido, de una manera dictatorial, atacarla para hacerle un daño irreparable. Ese decreto que se ha inventado de manera retroactiva y traidora atenta directamente contra artículos de la Constitución que fijan la libertad de cátedra y de enseñanza. Ahora, de manera sectaria, se han inventado unos parámetros y un problema artificial que no existía. Que le vaya peor a la privada no va a hacer mejorar a la pública. Buscan un enfrentamiento, una pretendida lucha de clases, como hacen con todo.

Van a dejar en un limbo a miles de estudiantes que están acabando grados de universidades que en un futuro dejarán de serlo. Es un atropello, una barbaridad. Va contra universidades de toda España, en Madrid cinco de las treces privadas podrían verse afectadas, cuando esta ciudad se ha configurado como un lugar atractivo para el estudiante, sobre todo, el que viene de otros lugares del mundo. Va a dar una imagen de inseguridad jurídica, de arbitrariedad, de ataque que nos va a hacer daño económicamente como han hecho, por ejemplo, con el impuesto de patrimonio, con la Golden Visa, con los centros de datos, las centrales nucleares...

El 60 % de las universidades privadas de este país se han puesto en marcha con Gobierno del PSOE

El Gobierno ha hecho una lista con todo lo que da fortaleza a Madrid y va punto por punto desbrozando todo. Aunque creo que esto de la universidad privada ha venido de manera sobrevenida porque María Jesús Montero metió la pata en un mitin. Y como son personas profundamente tiranas, son incapaces de confesar que se han equivocado y van hacia delante. Van en contra de la universidad en la que han estudiado buena parte del Gobierno, porque el señor Sánchez todo en su vida se lo ha dado la privada. Y quiero recordar que el 60 % de las universidades privadas de este país se ha puesto en marcha con Gobierno del PSOE. Tienen complejos de la educación que le dan sus padres, esto es muy feo.

— De los numerosos escándalos que asolan al Gobierno y que afectan a personas tan íntimamente ligadas con el presidente como son su esposa, su hermano o su ex número dos en el PSOE, ¿qué le parece lo más grave?

— A mí lo que me parece más grave es que este Gobierno ha demostrado que no tiene límites, que la ley no importa, que no cree en la separación de poderes, ni tampoco en los contrapoderes propios de una democracia. Es decir, en la prensa. Nunca el periodismo en España había importado menos que con Pedro Sánchez porque da igual el escándalo, da igual el trabajo que podáis sacar a la luz. No dimite ni tan siquiera el fiscal general del Estado, que está imputado, que es lo más grave que se ha visto en democracia, cosa que no ocurre en ningún otro país del mundo.

Antaño el periodismo hacía caer gobiernos, ministros, era un contrapeso del poder. Ahora, da igual lo que pase porque él ha decidido que se va a quedar aquí, diga lo que diga la Justicia, digan lo que digan los medios de comunicación, sea cual sea la verdad. Y eso es peligrosísimo porque hemos entrado en una deriva desconocida. Mucha gente no es consciente del paso que se ha dado. Cuando uno entra en un proceso de tiranía no se da cuenta porque esos contrapesos se van quitando poquito a poquito. Eso hace que nos hayamos anestesiado, que los escándalos ya no pesen, porque son tantos al día que la gente desconecta y se asumen como lógicos. A ver cuál es la gracias de las golfadas del ministro de turno. Hoy la gente se lo toma casi como una broma, pero cada vez todo se va debilitando más. Este hombre va hundiendo a España a todos los niveles. La situación es gravísima y va a tener una reversión muy complicada.

— ¿Por qué cree que pese a todo lo que comenta y a su debilidad parlamentaria, Sánchez resiste?

— Bueno, resiste según Tezanos, resiste también porque hasta que no haya elecciones, muchos ciudadanos no ven el final y no quieren complicarse porque es muy complicado afrontar lo que estamos viviendo y enfrentarse a este Gobierno. Luego también porque Sánchez, con el dinero que no tiene España, alimenta su parte del muro. Sánchez levantó un muro a la norcoreana y decidió que ese muro activista lo iba a alimentar con los medios públicos.

A la vez, con todo ese poder que tienen van impidiendo la alternancia política, decaen todos los decretos, paralizan todas las iniciativas en el Congreso de manera que la oposición no exista, utilizan todos los medios de la Moncloa para hacer oposición a los presidentes autonómicos. Es decir, tiene un muro totalmente alimentado y, cada vez que empieza a caer, porque claro, la corrupción ya empieza a ser insostenible, tiran de Franco un poco más... y le recuerdan a ese lado del muro activista que lo importante es que no gobiernen los otros.

Partido Popular

— ¿Qué le parece la oposición que está desarrollando Núñez Feijóo? ¿Cree que su formación a nivel nacional ha renunciado parcialmente a dar la llamada 'batalla de las ideas'?

— En las encuestas sigue creciendo, va ganando confianza. En el caso de Núñez Feijóo, lo dice él, con toda la humildad: «Voy a ser mejor presidente que candidato». A él le cuesta mucho moverse en estos ambientes de lodazales, de ataques personales, de utilización de todos los servicios públicos, de la inversión de la verdad, de la caradura con la que tratan la verdad y lo que sucede. Eso hace que estar en la oposición, en una situación como esta, es estar en un eterno 'sandwich' donde da igual lo que que opinas, da igual lo que dices. Para la oposición son momentos de profunda dificultad.

Lo que tiene que hacer Feijóo es seguir con esa serenidad, sin ningún complejo e ir caminando cada día y siendo esa alternativa que España necesita

Al menos los presidentes autonómicos tenemos gobiernos y es más fácil visibilizar lo que haces y tener tu trabajo. Lo que tiene que hacer Feijóo es seguir con esa serenidad, sin ningún complejo e ir caminando cada día y siendo esa alternativa que España necesita, además, con urgencia. Porque si ya eran importantes las elecciones de 2023, cada vez lo van a ser más porque la situación va siendo más difícil.

— ¿El PP es hoy un partido de centro, de centro-derecha o de derecha?

— Es la casa común del centro-derecha, donde hay distintas almas y corrientes, como siempre ha sido y eso es lo que tiene que aspirar a seguir siendo. Aunar a todos aquellos que no se definen sólo por una cuestión ideológica, porque no siempre la ideología es tener más principios, ni las ideas más claras, ni menos complejos, como se nos quiere vender. La ideología, a veces, es una forma de hemiplejia, porque tienes un marco mental y, aunque sea malo, todo tiene que entrar por el aro de la ideología y creo que no siempre funciona así. De hecho, la izquierda es profundamente ideológica y ahora nos quieren decir que la dieta vegana es más sana que la dieta mediterránea en los colegios. Ojo con la ideología.

Esto se tiene que defender, sobre todo, con los principios y los valores, desde una forma determinada de ver la vida. Y eso une a personas que se sienten más conservadoras, personas más liberales... Ser esa casa común del centro-derecha a donde invitas a todos aquellos que dejan a Sánchez muy a la izquierda es importante. Ahí nos encontramos todos aquellos que defendemos una forma parecida de ver la vida, con sus matices maravillosos. Eso implica la libertad de la persona por encima de todo, como el centro de la política, el saber que el fin no justifica los medios, el imperio de la ley por encima de todo, la propiedad, la libertad educativa, la libertad de empresa, de expresión... Todo lo que configura el pensamiento liberal y el conservador, juntos. Somos los que cuando nos hemos unido, hemos conseguido los grandes cambios y hemos dado a España sus mejores años.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la redacción de El DebatePaula Argüelles

— ¿Cómo debería ser la relación entre PP y Vox?

— Ahora mismo está en un punto complicado porque han tomado agendas distintas. El problema es que cuando se van dividiendo en partidos espectros políticos que son muy similares, o que incluso parten del mismo electorado, con el tiempo van encontrando cada vez más diferencias. Antes, esas diferencias se dirimían dentro de un grupo parlamentario de un partido. Si todo el día se exponen, van a más, y al final creo que es un error trabajar así. Creo que cada uno tiene que ir, en positivo, en defensa de lo que cree a ganar electorado, y juntarnos en el futuro. Ya se verá, ya se verá, pero lo importante ahora es ¿cuánto tiempo más nos podemos permitir esta inversión de la verdad, esta podredumbre política, este hundimiento de España a todos los niveles? ¿Dónde está lo importante? Yo pienso que en cortar y parar esto ya. Cada uno debe hacer lo mejor que pueda su trabajo y no perderse en otras cuestiones.

— En el plano internacional, ¿qué le gusta y que no le gusta de Donald Trump?

— Yo siempre he sido pro americana y lo voy a ser siempre. Si tuviera que votar ahí, seguramente sería republicana. La unión natural, la que tendríamos que promover, es la de Estados Unidos y Europa, España y Estados Unidos. Entiendo mucho a los americanos en los temas relacionados con la defensa y la seguridad. Ellos siempre cuentan que sienten que han hecho unos sacrificios tremendos a la hora de aportar seguridad y estabilidad al mundo, que era su papel. Mientras, en Europa, presos de burocracia, presos de complejos, no nos hemos esforzado como ellos muchas veces a la hora de defendernos. Eso lo entiendo. Lo mismo pasa con muchas cuestiones burocráticas. Europa se ha hundido en burocracia desde hace muchos años, en lobbies, mientras que en los Estados Unidos siempre defendieron mucho más la libertad de empresa, el crecimiento que nosotros hace mucho que dejamos de defender en nuestro país.

A partir de ahí, la guerra arancelaria desconcierta, evidentemente. Los intereses de España también cuentan cuando uno piensa en cómo está el campo, el sector primario, y el daño que le puede hacer a nuestro comercio. Pienso que en los años de Reagan, cuando más descendió la pobreza en el mundo, la libertad de comercio era la bandera. Donde había libertad de comercio, había prosperidad. Donde había prosperidad, había más paz. Todo se retroalimenta. Así que espero que acabemos ahí. Nosotros, desde luego, desde un gobierno 'chiquitín' vamos a poner todo de nuestra parte para que cada vez que hablemos con alguien de la administración americana, a cualquier nivel, sepan qué es lo que queremos, que es una unión natural y necesaria de España y Estados Unidos.