Todo lo que debes saber del nuevo tren autónomo de la Línea 6 de Metro de Madrid antes de su cierre por obras

Metro de Madrid encara el proyecto más importante en su historia. La Línea 6, una de las más utilizadas de toda la red, será la primera en operar con trenes completamente autónomos, sin conductor. Esta ambiciosa iniciativa no solo supone una revolución tecnológica, sino también una renovación profunda de toda la infraestructura, que obligará a cerrar tramos durante varios meses. El objetivo: un servicio más fiable, seguro, sostenible… y al alcance de más viajeros.

«No es una obra más, es un megaproyecto. Es histórico, estratégico y absolutamente inédito a nivel mundial», declara el consejero delegado de Metro de Madrid, Ignacio Vázquez. En este sentido, remarca que «nunca antes se había transformado una línea en operación manual a automática en tan poco tiempo».

La Línea 6 ha sido la elegida para dar el salto a la automatización por sus características técnicas y operativas. «Al tratarse de un trazado circular con alta densidad de pasajeros es el escenario perfecto para maximizar la eficiencia del nuevo modelo», comenta Vázquez.

«La Línea 6 es la de mayor peso en toda la red. Automatizarla nos permite liberar recursos humanos y técnicos para mejorar el servicio en otras líneas», explica la dirección del suburbano.

Actualmente, la línea opera con trenes convencionales y maquinistas, pero una vez finalizado el proyecto, será capaz de absorber una mayor demanda gracias a nuevas frecuencias y convoyes de mayor capacidad.

Los nuevos trenes automáticos comenzarán a llegar a mediados de 2026 y serán técnicamente compatibles con los actuales, aunque ofrecerán notables ventajas. Gracias a la eliminación de las cabinas de conducción, ganarán un 18 % de capacidad y contarán con sistemas de climatización, cámaras de videovigilancia y accesos adaptados.

«Los nuevos trenes tendrán una frecuencia cada dos minutos en hora punta, lo que aumentará de forma muy significativa la capacidad de transporte», apuntó el jefe de Explotación, Juan Tébar. «Además, al ser automáticos podremos adaptarnos a situaciones de forma inmediata como puede ser una demanda o una incidencia».

El tren autónomo también destaca por su eficiencia energética y fiabilidad operativa: al ser gestionados por algoritmos y sistemas inteligentes, no dependen de tiempos de reacción humanos, lo que reduce errores y mejora la puntualidad.

«Será una línea más predecible, más estable, más eficiente. Lo que gana el viajero es tiempo, comodidad y fiabilidad», subrayaron desde la dirección técnica.

Además, la automatización total de la Línea 6 será más sencilla de implementar porque ya existe un sistema de señalización avanzado en funcionamiento: el CBTC (Control Based Train Control, o Control de Trenes Basado en Comunicaciones).

Este sistema, que ya opera parcialmente en la línea, permite una conducción semiautónoma gracias a un nivel intermedio de automatización. Actualmente, la Línea 6 utiliza una versión previa de este sistema (denominada «nivel 2»), pero con la renovación completa se pasará al nivel 4, que es el más alto y el que permite la operación completamente automática sin conductor.

Cierre de la Línea 6 en dos tramos

Antes de que lleguen los trenes, será necesario actualizar por completo la infraestructura de la línea. Las obras comenzarán el próximo 31 de mayo y se desarrollarán en dos fases:

La primera fase irá del 31 de mayo al 12 de septiembre, y se cerrará el tramo entre Moncloa y Méndez Álvaro. Por su parte, la segunda fase va de septiembre a diciembre, y en este caso se cerrará el arco opuesto, de Moncloa a Legazpi.

Durante los cortes, Metro de Madrid y la EMT han diseñado un plan especial de transporte para garantizar la movilidad. Se establecerán servicios sustitutivos gratuitos con autobuses lanzadera con frecuencias de entre 3 y 5 minutos.

También se reforzarán las líneas regulares cercanas y se habilitarán aparcamientos disuasorios en puntos como Ciudad Universitaria o Puerta del Ángel. Además, se ha desarrollado una herramienta digital que calculará en tiempo real la mejor ruta alternativa desde el punto de origen al destino deseado.

Durante estos meses se retirará el balasto (las piedras bajo las vías) y se sustituirá por una plataforma de hormigón, más segura y duradera. Se instalarán también nuevas fijaciones, traviesas y carriles soldados eléctricamente.

Además, se elevará la tensión de la línea de 600 a 1.500 voltios, con lo que se reducirá el consumo energético en un 30 %. También se retirará el amianto que todavía queda en algunas infraestructuras del suburbano.

Una de las grandes novedades del nuevo modelo será la incorporación de puertas automáticas en los andenes. Este elemento estará alineado con las del tren y se abrirán solo cuando el convoy esté detenido. De esta manera se aumentará la seguridad al evitar caídas a las vías.

«Colocaremos pilares metálicos bajo el andén para soportar el peso de estas puertas. Es una intervención delicada pero crucial. Por el momento, estamos haciendo algunas pruebas en la estación de Laguna, pero no se instalarán hasta final de año», subraya el jefe de Explotación.

También se construirán escaleras en los extremos de cada andén para facilitar el desalojo de los pasajeros en caso de emergencia.

Reubicación de los maquinistas

El proyecto contempla también la reubicación del personal que sustituye el tren autónomo. De los 190 maquinistas actuales de la Línea 6, unos 160 serán reasignados a otras líneas, y el convenio colectivo firmado garantiza el mantenimiento del empleo.

«La automatización no es un modelo que reemplace a las personas. Al contrario, libera recursos para mejorar otras líneas que seguirán siendo operadas manualmente», destaca Ignacio Vázquez.

Además, el plan ha sido validado por expertos de COMET, el consorcio internacional de metros liderado por el Imperial College de Londres. Según los responsables, ha sido «muy bien acogido» en foros técnicos y servirá de referencia para otros sistemas de transporte.

«No estamos improvisando. Estamos aplicando la experiencia acumulada durante años en otros metros del mundo, con todas las garantías», recalcaron.

Aunque el grueso de las obras finaliza en 2024 y los trenes llegarán en 2026, la automatización plena de la Línea 6 se consolidará en 2027. Desde entonces, Madrid contará con una línea circular más moderna, ágil y segura que nunca.