Esta es una de las zonas más exclusivas de Madrid: no es La Finca ni La Moraleja

La capital de España alberga muchas de las urbanizaciones más exclusivas del país: La Finca, La Moraleja, El Viso, Puerta de Hierro, El Plantío, entre otras. Pasear por estas zonas de adosados del más alto nivel es presenciar, en primera persona, el lujo máximo de Madrid: viviendas singulares, habitadas por ricos y famosos, inalcanzables para la mayoría.

Sin embargo, estas no son las únicas áreas ´hipercaras´ de la ciudad: existen otras igual de lujosas, aunque menos conocidas, donde la exclusividad no va de la mano con la popularidad.

Este es el caso de la prestigiosa urbanización de Álamos de Bularas. Se encuentra ubicada en el municipio de Pozuelo de Alarcón, a solo 20 minutos del núcleo urbano. Cabe destacar que este último lidera la lista de los municipios españoles de mayor renta per cápita: 29.258 de renta neta anual, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Álamos de Bularas ha pasado desapercibida durante mucho tiempo; no obstante, desde hace poco ha acaparado la atención de importantes personalidades con elevado poder adquisitivo. En este espacio se encuentra el complejo residencial del grupo inmobiliario CADBE, que cuenta con más de una veintena de viviendas.

Como casi todas las zonas de lujo, cuenta con piscina, parques infantiles, diversos jardines, sala multiusos comunitaria, servicio de consejería y controles de seguridad. Por su parte, en lo que respecta a las casas, se pueden apreciar amplias superficies acristaladas y grandes terrazas conectadas con el entorno natural.

Un «santuario» de la exclusividad

A día de hoy, se encuentran 14 chalets independientes puestos a la venta. Los más caros superan los 4 millones de euros y, en su mayoría, no bajan de los 3 millones. De acuerdo al portal inmobiliario Idealista, el precio medio por metro cuadrado en las urbanizaciones de Pozuelo de Alarcón se sitúan en 3.896 euros, lo que supone un incremento interanual del 25,7 %.

Álamos de Bularas es de especial interés por su reducido tamaño, con viviendas de baja altura que no superan los tres pisos y fincas de hasta 6.000 metros cuadrados. Se dice que vivir en esta zona es sinónimo de privacidad y anonimato, al tiempo que se encuentra perfectamente comunicada con la M-40 al norte y con el centro de Pozuelo de Alarcón.

La conexión con la naturaleza es un punto muy importante de esta urbanización madrileña. Por ello, sus chalets gozan de amplios ventanales que permiten que entre la luz y se sumerjan en zonas ajardinadas que carecen de ruido. Un número importante de sus residente son directivos con hijos pequeños que buscan un poco de calma y tranquilidad, por lo que la confortabilidad es uno de los factores claves que trae consigo esta zona privilegiada de la capital.