En el interior del belén de Sol que enamora a Ayuso: entre el Papa Francisco, el templo de Debod y el nacimiento

Cada diciembre, la Real Casa de Correos vuelve a convertirse en uno de los mejores lugares para visitar durante las Navidades. Más de 250.000 personas visitaron el belén de Sol el año pasado, consolidándolo como el Belén de los madrileños. Este 2025, la Asociación de Belenistas de Madrid presenta una obra que supera todas las expectativas, fruto de más de 8.000 horas de construcción desde abril hasta octubre y 1.500 horas de montaje en apenas seis días, con 26 personas trabajando 10 horas diarias.

Es un nacimiento de 132 m², recorrido circular de 360°, que incorpora 1.200 kilos de corcho, 1.500 kilos de piedra y arena, más de 100 m² de musgo, 16 metros de río real y 24 barcos construidos artesanalmente, además de 550 figuras de algunos de los mejores imagineros de España.

Uno de sus artífices es Fernando de Miguel Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Belenistas de Madrid, quien resume el proyecto diciendo que «es nuestro buque insignia. La tradición que defendemos. Un belén que cada año sorprende incluso a quienes lo hacemos».

El recorrido se inicia en Nazaret, un espacio de enorme riqueza costumbrista que incorpora 19 construcciones nuevas y 15 remodeladas, realizadas exclusivamente para esta edición. Allí aparecen las figuras de grandes artistas del belenismo español como José Luis Mayo Lebrija, Montserrat Ribes, los hermanos Cerrada, Turpin o la escuela de Olot.

Las calles muestran oficios, mercados, casas excavadas en la montaña –las tradicionales casas-cueva– y familias en plena actividad cotidiana. Pero entre la vida diaria emergen las escenas bíblicas decisivas.

La primera escena relevante del belén es el ángel que se aparece en sueños para decirle que no tema aceptar a María porque el hijo que espera es obra del Espíritu Santo.

Le sigue la Anunciación de María «una delicada escena de Montserrat Ribes, donde la Virgen, en el interior de su casa, reacciona con asombro al mensaje del ángel. Los tonos cálidos y la sutileza de los rostros hacen de ella una de las composiciones más valoradas del recorrido», explica de Miguel a El Debate.

La Visitación de Santa Isabel también tiene un gran protagonismo en el belén de Sol. «María acude a ver a su prima Isabel, embarazada de Juan Bautista en edad avanzada. Zacarías acompaña la escena, que respira familiaridad y ternura», explica el vicepresidente de la Asociación.

«Tras esta secuencia narrativa, el visitante atraviesa un desfiladero que marca el paso de Nazaret a Belén, igual que en la historia bíblica», apunta Fernando de Miguel.

En cuanto se cruza la cordillera central, el ambiente cambia con calles más pobladas, tránsito de viajeros y ambiente de empadronamiento. «María y José llegan aquí siguiendo el edicto imperial, representados en una escena de José Luis Mayo Lebrija que subraya la falta de alojamiento en la ciudad», señala de Miguel.

Una de las tres escenas «imprescindibles», según el vicepresidente de la Asociación es la Anunciación a los pastores. «Estos reaccionan con sorpresa ante la aparición del ángel que les anuncia el nacimiento del Mesías. La escena se enmarca en un entorno natural donde destacan 11 cascadas encadenadas, que llevan el agua hasta un gran cenote final, uno de los recursos técnicos más complejos del montaje», explica de Miguel a El Debate.

El Nacimiento

En el corazón de una gruta, la Sagrada Familia descansa mientras el buey y el asno calientan al Niño. La iluminación suave crea una atmósfera de recogimiento que explica por qué esta escena, para muchos, es el alma del belén.

La última escena antes del éxodo es la Cabalgata de los Reyes Magos, quienes «guiados por la estrella, avanzan con sus presentes. Para los belenistas, junto a la Anunciación a pastores y a la Natividad, es una escena que no puede faltar en ningún belén», subraya de Miguel.

La gran novedad de este año es que casi la mitad de la superficie del belén se centra en la huida a Egipto. Fernando de Miguel explica que «tras la orden de Herodes de matar a los niños menores de dos años, la Sagrada Familia se ve obligada a emprender un éxodo de tres años».

La escenografía cambia por completo: tonos áridos, vegetación escasa y arquitectura egipcia. Aparece incluso una recreación del Templo de Debod, homenaje a Madrid, situado junto a un meandro del Nilo. Más adelante se levantan las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, la Esfinge y un conjunto inspirado en Abu Simbel.

«El Nilo se representa mediante un sistema de agua que atraviesa el escenario. Para poblarlo, los belenistas construyeron 24 barcos, desde embarcaciones humildes hasta el elegante barco real del faraón», indica de Miguel.

Papa Francisco

Como todos los años, el belén de Sol tiene un guiño a un evento importante del año. Esta ocasión incorpora un gesto simbólico, la ascensión del Papa Francisco al cielo, donde se encuentra con San Francisco de Asís, patrón de los belenistas.

Fernando de Miguel señala que «la escena nace como homenaje a su fallecimiento en febrero y a su carta Admirabile Signum, en la que defendió con fervor el valor del belenismo».

El vicepresidente de la Asociación recuerda que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es una «gran enamorada del belén y todos los años nos da la enhorabuena».

Además, explica que «la Asociación logró en 2022 que el Belén fuese declarado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, y este año trabajan con la Comunidad de Madrid y el Ministerio para presentar la candidatura del belenismo a la Unesco».