El Belén Napolitano del Palacio Real de Madrid, una muestra de la actualidad y la historia

El Palacio Real se encuentra repasando figuras y detalles de su espectacular Belén del Príncipe. Un Belén de origen Napolitano conformado por más de 200 figuras napolitanas, genovesas y españolas que se remontan desde el siglo XVIII hasta el XXI.

Este año se presenta con dos protagonistas especiales, la Casa del Labrador de Aranjuez, que fue inaugurada este mes de Septiembre, y la Real Botica que se espera que esté terminada para Junio del 2026, patrocinado por el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos de España.

Hay un personaje que siempre llama la atención, y repite aparición este año, El Diablo, una figura que suele sorprender a los visitantes de este histórico Belén. Podemos encontrar una figura literal de un demonio escondida entre las diferentes casas y personajes que habitan este espectacular Belén, y que explica que en todo bien tiene que haber un poco de mal.

Las piezas son creadas por los talleres de Patrimonio Nacional quienes se encargan de recrear las escenografías que quieran representar y elaborar lo que llaman finimenti, piezas de pequeño tamaño que reproducen objetos de uso cotidiano. Todos los detalles están rigurosamente cuidados. Baste el ejemplo de las cuerdas que tienen los minúsculos instrumentos, que son las mismas de los originales, instaladas por sus conservadores.

Podremos asistir desde el 5 de diciembre hasta el 5 de enero en el Palacio Real de Madrid con entrada gratuita. Los horarios serán de lunes a sábado: de 10:00 a 18:00 h, aunque la última entrada será a las 17:00h, los domingos y festivos: de 10:00 a 16:00 h pero de nuevo la última entrada será a las 15:00h. Y es de acceso gratuito, además de disponible para aquellos que se acerquen a visitar el palacio real y quieran verlo al final del trayecto.

Historia del Belén

Este Belén se ha convertido en un clásico de la Navidad, el año pasado registró más de 90.000 visitantes exclusivos, y es una tradición que se remonta a la época de Carlos IV, de hecho muchas de las piezas que se utilizan en el belén a día de hoy son de esa época, y la última compra de piezas que se realizó fue en el 2001, por lo que la mayoría de piezas del Belén son ya reliquias históricas.

Para conocer la historia del Belén hay que remontarse al reinado de Carlos III, quien desde su etapa en el virreinato de Nápoles desarrolló una gran afición por la belenística, cuando volvió a Madrid quiso regalarle el Belén del Príncipe Napolitano a su hijo Carlos IV, por lo cual decidió traerle un Belén desde Nápoles y colocarlo dentro del Palacio real.

Una característica esencial del Belén del Príncipe fue que, si bien su creación se debió a la iniciativa del monarca, su disfrute fue público ya que durante el siglo XVIII y hasta principios del siglo XX, fue accesible a todo el mundo previa petición y el permiso correspondiente de la Casa Real.

De esta época se conservan alrededor de 80 piezas, pero se sabe que llegó a tener más de seiscientas piezas. Llaman especialmente la atención los animales reproducidos, en particular aquellos de carácter exótico como camellos y elefantes, cuestión que responde al interés de Carlos III por la zoología desde sus años en Nápoles