Cementerio de Fuencarral
Sánchez quiere exhumar a brigadistas para paralizar el cantón de Montecarmelo
También se ha sumado el PSOE-M a esta lucha para cargar contra el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida
Brigadas Internacionales, una inspiración para la Legión ucraniana
El barrio de Montecarmelo está en pie por el cantón de limpieza que quiere levantar el Ayuntamiento de Madrid. Una fuerte marea vecinal se ha unido para mostrar su rechazo e intentar paralizar este proyecto que afecta tanto a los residentes como a los niños del Colegio Alemán como de una guardería. A esta movilización se ha sumado la izquierda madrileña, liderada por la portavoz del PSOE-M, Reyes Maroto.
Los vecinos han elaborado un informe en el que se recopilan varias pruebas que demuestran que en el lugar donde se quiere construir el cantón de limpieza –detrás del cementerio de Fuencarral– hay una fosa común de los brigadistas internacionales que participaron en la Guerra Civil.
El PSOE madrileño y el Gobierno de Sánchez se han sumado a esta lucha para cargar contra el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida. «Venimos a visitar esta parcela porque en diciembre de 2023, desde la Asociación de Amigos de Brigadas Internacionales alertaron que podría haber restos de los 451 brigadistas que fueron enterrados en el cementerio de Fuencarral», explicaba Reyes Maroto.
Por su parte, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, acudió a la rueda de prensa que tuvo lugar este miércoles en el cementerio de Fuencarral donde apuntó que «la propuesta de colocar un cantón donde podrían estar restos de brigadistas internacionales incide en las políticas de memoria».
Movilización contra el cantón de Montecarmelo
«En primer lugar, decirles que distintas fuentes atestiguan que por esta zona pueden estar los restos de los 451 brigadistas que fueron exhumados del cementerio por considerarles indignos. Además, los estudios que hemos podido realizar a través del mapa de fosas atestiguan que por estos alrededores podrían estar los cuerpos de estas personas», explicaba Martínez López.
En este sentido, ahondó que «es el Ayuntamiento de Madrid quien debe dar los permisos de obras para proceder a las catas. Por ahora, el Consistorio está haciendo sus estudios con un georradar que no es nada útil en estas labores porque solo detecta si hay alguna irregularidad en la tierra a dos metros de profundidad».
El secretario de Estado de Memoria Democrática aprovechó este espacio para hacer propaganda institucional y comentó que «para el Gobierno de España es imprescindible hacer esta prospección porque para nosotros las Brigadas Internacionales son un elemento clave dentro de la memoria democrática. Entre otras cosas porque suponen el gesto de solidaridad más singular a escala internacional».
Reyes Maroto y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López
Asimismo, prosiguió diciendo que «es importantísimo hacer esta exhumación para posibilitar hacer una dignificación de esos restos. Vuelvo a reiterar que los brigadistas internacionales forman parte del corazón de lo que es la solidaridad internacional con los luchadores por la libertad y por la democracia, frente a un golpe de estado julio del 36 y contra el fascismo».
Los vecinos de Montecarmelo y el PSOE acusan al Ayuntamiento de Madrid de «no atender las necesidades del Gobierno central» y poner en su lugar a «una empresa que con un georradar no detectará nada y su análisis no será completo». También hablan de lo perjudicial que sería un cantón frente a un colegio y una guardería.
«Se tiene que respetar el derecho y la protección de la infancia de los niños que están aquí estudiando en una escuela infantil y en un colegio. Y, por lo tanto, espero que el señor Carabanchel (PP) escuche la voz de los vecinos y trabaje en colaboración con el Gobierno de España», zanjaba por su parte Reyes Maroto.
Placa en memoria de los brigadistas internacionales
¿Quiénes fueron los brigadistas?
Durante la Guerra Civil se estima que más de 35.000 hombres y mujeres de 53 países distintos acudieron a España para apoyar al Gobierno de la II República. Se estima que más de 9.000 de estas personas perdieron su vida en nuestro país.
Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios procedentes de más de 50 países que participaron en la Guerra Civil (1936-1939) dentro del ejército de la Segunda República.
Antes de la formación de la Brigada Internacional, en octubre de 1936, habían llegado a España numerosos voluntarios que venían por su cuenta a inscribirse en diferentes unidades de su afinidad ideológica. Algunos ya residían en España, bien por estudios o porque eran exiliados políticos.
La idea de crear este grupo se gestó en verano de 1936 a partir de diversas iniciativas paralelas, entre otras del Partido Comunista francés. La reunión de la Comintern celebrada en Moscú el 18 de septiembre de 1936 dio el aval a esta propuesta y los partidos comunistas se comprometieron desde entonces a reclutar a voluntarios dispuestos a participar en la lucha junto a los republicanos españoles.
Discurso de despedida a las Brigadas Internacionales
El 15 de octubre se constituyó el primer grupo responsable de la organización, formado por Luigi Longo, Mario Nicoletti, Pierre Rebière y otros. Dos días más tarde, una delegación presentó a Largo Caballero el proyecto de constitución de la Brigada Internacional.
El Presidente del Consejo de Ministros firmó finalmente su aprobación el 22 de noviembre. Se decidió que el cuartel general y las bases de instrucción estarían en Albacete. El mando directo recayó en el comunista francés André Marty, y la supervisión gubernamental sería ejercida, de momento, por Martínez Barrio.
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