Peratallada

Peratallada

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Peratallada, una villa medieval en plena Costa Brava

Un recinto medieval amurallado contiene a esta belleza catalana del Bajo Ampurdán de Gerona que está gobernado por enredaderas 

A medio camino de Barcelona y la frontera francesa, se encuentra un conjunto histórico-artístico y bien cultural de interés nacional bajo el nombre de Peratallada. De extraordinario atractivo y belleza, es uno de los pueblos más importantes de Cataluña en cuanto a arquitectura medieval. Conserva su antiguo aspecto feudal, con calles estrellas rodeadas por una muralla asentada en roca de gres. Su nombre, de hecho, da buena cuenta de su significado. Petra Scissa o Petra Taiata –piedra tallada, es decir, cortada–, como se identifica a esta villa en el siglo X, vive fortificada en torno a su castillo-fortaleza, con su torre y palacio en un estado de conservación envidiable.

Ubicado en la comarca gerundense del Baix Empordà, el pueblo de Peratallada vive a caballo entre la Toscana italiana más idílica y las novelas de caballerías más representativas. El Portal de la Virgen es la puerta que da acceso a todo este conjunto fortificado que adquiere su encanto callejeando. Su calzada es la misma que la que se pisaba hace cinco siglos y el trazado original rocambolesco de sus construcciones sigue tan perenne como entonces. Resulta difícil no dejarse conquistar por esa ruptura cromática que aportan las flores del estío con las que el monótono pétreo de las calles se interrumpe a base del verde de las hiedras y el violeta de buganvillas.

PeratalladaVisit Peratallada

Estas acaban enredándose en las bóvedas de los edificios de la forma más natural posible. De hecho, paseando desde la Calle Mayor llegamos hasta la Plaça de les voltes, la plaza de las bóvedas, uno de los muchos espacios de la zona que se encuentra totalmente abovedado. En ella, los restaurantes más conocidos: Les coques del Psss y Bonay, dos clásicos perfectos para degustar productos de la tierra y comer un arroz de Pals a la cazuela, ya sea de carne o pescado.

Atrás dejamos la Calle de la Roca, cerca del inicial Portal de la Virgen. Un fantástico arco y una casa casi cubierta por completo por una fantástica enredadera reconvertida en el restaurante El Pati se ha convertido en uno de los rincones más fotogénicos de la localidad. Siguiendo por su calle, llegaremos a la Plaça dels Esquiladors (Plaza de los Esquiladores), donde, al igual que en la anterior, la hiedra come terreno a la piedra. 

El entramado de calles convive con la naturalezaEspaña Viajar

Calle de la RocaJordi Gamero

Desde la confluencia entre esta misma plaza y la Calle Jaume II, tendremos unas magníficas vistas de la Torre del Homenaje. Está construida en los siglos XI y XII y que se ha convertido en uno de los iconos de Peratallada, junto con el antiguo castillo-palacio, al que llegamos adentrándonos en la Calle del Forn. Nos conducirá hasta la Plaça del Castell, otra de las más bonitas que visitar y desde donde podemos tener la mejor panorámica de la fortaleza palaciega.

La singularidad de su belleza y la riqueza de su patrimonio histórico y cultural hacen de este pueblo un lugar ideal para disfrutar de unos días de descanso a escasos kilómetros de las mejores playas de la Costa Brava y de las otras cinco poblaciones de interior que, junto, con Peratallada, forman el llamado conjunto municipal de Forallac. Aunque la más destacada es Vulpellac, cuyo casco antiguo también ha sido declarado Bien Cultural de Interés Cultural Nacional, también merecen la pena Pals, Begur, Monells y Cruïlles.