El pueblo español que 'National Geographic' recomienda visitar en marzo Situado en pleno Priorat catalán, Siurana, además, ha rechazado estar incluido en la lista de 'Los pueblos más bonitos de España' Cristina Blanco Vázquez Madrid 29/02/2024 Actualizada 04:30 Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Enviar por Email Siurana, desde las alturasEl enorme peñón de roca caliza sobre el que se asienta Siurana se ha convertido en un imán para los turistas. Casi 400 visitan cada fin de semana la magnífica panorámica que ofrece del valle del río que lleva su nombre y su embalse. Turismo masificadoAlgo significativo cuando el resto de los días la población no supera los 30 habitantes. Sería lógico pensar que son ellos los que no desean que su localidad se convierta, con el tiempo, en un atalaya de vistas imponentes, pantano a sus pies, callejuelas empedradas y castillo medieval masificados. Sin embargo, ha sido el consistorio el que ha rechazado ser incluido en el listado de Los pueblos más bonitos de España, para evitar que se masifique. El tiempo parece no haber pasado por su casco históricoPasear por las calles de Siurana es sumergirse en las huellas de batallas y conquistas que marcaron la historia de este lugar. La fortaleza árabe del siglo IX, que sirvió como residencia de Almira Alemoni y como cárcel de figuras históricas, aún se erige como un testamento de su pasado. Su emblemático temploEl edificio más destacable es la Iglesia de estilo románico Santa María de Siurana, aunque también sobresale el antiguo castillo árabe. Es conocido, de hecho, por ser uno de los últimos bastiones árabes de Cataluña. De esta época quedan restos de una fortaleza del siglo IX, que también funcionó como cárcel cristiana después de la reconquista. Sus calles empedradasOfrece a los visitantes un viaje al pasado con sus calles empedradas y casas de estilo medieval. El entorno también tiene espacio para las historias populares. Cuenta la leyenda que cuando Abdelazia, hija del vavalí de Siurana, vio llegar a las tropas de Ramon Berenguer IV prefirió suicidarse arrojándose con su caballo al vacío que ser capturada por los cristianos. En la actualidad, si nos asomamos al acantilado conocido como El Salto de la Reina Mora podremos ver unas profundas marcas que dejaron las herraduras del caballo al intentar este frenar, sin éxito, viendo el fatal desenlace que le esperaba. Las ruinas del castilloPrácticamente cualquier punto de la localidad es un mirador desde el que se contemplan espectaculares vistas de los alrededores, pero especialmente la fortaleza musulmana que cayó durante la Reconquista. De hecho, todavía se pueden contemplar los restos del castillo al entrar al pueblo. Es conocido, de hecho, por ser uno de los últimos bastiones árabes de Cataluña. De esta época quedan restos de una fortaleza del siglo IX, que también funcionó como cárcel cristiana después de la Reconquista. Un entorno natural de excepciónEl pueblo también deleita a los amantes del senderismo, la escalada y los deportes de montaña, ya que está rodeado por los picos de la sierra de Prades, donde destaca el conocido embalse en el que, en verano, uno puede darse un baño o realizar una excursión en kayak, siendo la más destacada la de Toll del Forn. Comentarios Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus.