El pueblo más bonito para visitar en diciembre, según National Geographic
Su castillo del siglo XIII es uno de sus atractivos turísticos junto con la Vieja Cárcel y la Cueva de la Griega, donde se han descubierto pinturas rupestres
Ubicado entre las sierras de Somosierra y Guadarrama, Pedraza conserva su carácter medieval hasta tal punto que posee una única vía de entrada, la Puerta de la Villa, un gran portalón desde es el que se accede al Conjunto Monumental que es esta fortaleza amurallada repleta de laberintos umbríos y tranquilos con casas blasonadas del siglo XVI.
Cada primer y segundo sábado de julio desde hace 27 años, el pueblo se llena de luces en su mítica Noche de las Velas, una cita que no se pierden sus habitantes, pero que, además, se ha convertido en un reclamo turístico. Balcones, ventanas, calles... Cualquier lugar es bueno para prender una vela y que un sobrecogedora atmósfera inunde cada rincón del pueblo.
Fundación Villa de Pedraza
De día, el encanto único no se pierde y se traslada a sus calles empedradas. Con razón forma parte del ranking de los pueblos más bonitos de España junto a Potes, Alquézar o Albarracín.
Todos los caminos tarde o temprano nos llevan a su Plaza Mayor, con soportales y casas solanas de madera, desde las que las familias nobles disfrutaban de los espectáculos que allí tenían lugar. Desde sus balcones uno también puede echar una ojeada a la torre románica de la iglesia de San Juan, la única visitable a día de hoy, o a los palacios de los marqueses de Lozoya y Miranda.
No hay pueblo que se precie sin su propia leyenda y la de Pedraza la protagonizan Elvira y Roberto, cuya historia de amor recorre los muros del castillo. Se tiene la creencia de que en las noches de verano se puede ver a los amantes pasear bajo un halo de fuego.
Una visita a Pedraza no se entiende sin un buen homenaje gastronómico, siendo la plaza el centro neurálgico gastronómico. Entre los restaurantes donde el cochinillo es el rey encontramos Casa Taberna, propiedad de la televisiva Samantha Vallejo Nágera, y El soportal. Fuera de la plaza, la gran recomendación es Bodegón Manrique, donde ofrecen el típico menú segoviano de sopa castellana, ensalada y lechazo.
La cueva de la Griega es apodada como la guardiana de los signos de Pedraza y no es para menos porque los numerosos grabados e inscripciones que guarda en su interior la convierten en una referencia de primer orden para el arte rupestre. «Nos ofrece un viaje vertiginoso por el tiempo, un recorrido que, a través de los grabados e inscripciones plasmados en sus paredes, nos lleva hasta las primeras manifestaciones artísticas del entorno de la sierra de Guadarrama», reconocen los locales.