Este pequeño país del corazón de Europa es una joya aún poco transitada, ideal para quienes viajan solos. Seguro, limpio y rodeado de naturaleza exuberante, Eslovenia combina lagos alpinos de gran belleza como el de Bled con cuevas impresionantes como las de Postojna y Skocjan. Su capital, Liubliana, la ciudad del dragón, se recorre a pie con absoluta tranquilidad, sobre todo en los márgenes del río Ljubljanica.