Por qué suben de precio los vuelos de forma repentina.Getty Images

Por qué los billetes de avión suben de precio de forma repentina

Cuando se anuncia un evento importante, deportivo o musical, los precios de los billetes de avión para acudir a esa cita se disparan como por ensalmo, lo que genera gran frustración en los viajeros

Es una de las grandes frustraciones a las que se ven sometidos los viajeros y también una fuente de ansiedad. Si encontrar un vuelo a buen precio se ha convertido casi en una tarea titánica, cuando se anuncia un evento importante, deportivo o musical, como una final de la Copa de Europa o un concierto de un artista de renombre, los precios de los billetes de avión para acudir a esa cita se disparan como por ensalmo. ¿Por qué ocurre esto y cómo se explica esta volatilidad?

Las aerolíneas fijan sus precios a través de un sistema de precios altamente sofisticado y automatizado conocido como Revenue Management

Esta fluctuación en el precio, casi siempre al alza, se debe a que las aerolíneas fijan sus precios a través de un sistema de precios altamente sofisticado y automatizado conocido como Revenue Management (Gestión de Ingresos). Este sistema se basa fundamentalmente en la ley de la oferta y la demanda, pero llevado a un nivel algorítmico y predictivo. Los algoritmos cruzan en tiempo real cientos de variables: ocupación de los vuelos, demanda prevista, antelación de compra, días festivos, incluso el perfil de búsqueda del viajero.

Oferta y Demanda en tiempo real

Buscador de vuelos en el ordenador.Getty Images/iStockphoto

Cuando se anuncia un evento deportivo importante, como una final de fútbol o un concierto de Britney Spears, la demanda de vuelos a ese destino se disparará de forma masiva en cuestión de horas. Y como consecuencia el precio del billete de avión sube de inmediato, aunque aún queden muchos asientos libres. Se trata de la llamada tarificación dinámica, una práctica extendida también en hoteles, trenes o plataformas de movilidad como Uber.

Al detectar el aumento exponencial del interés por un evento, los algoritmos de las aerolíneas reaccionan con un aumento de precios y con una segmentación de la audiencia

Al detectar de inmediato este aumento exponencial del interés, los algoritmos de las aerolíneas reaccionan con un aumento de precios y también con la segmentación de la audiencia. En el primer caso, a medida que la oferta de asientos en un vuelo se reduce debido a las reservas, el precio de los asientos restantes aumenta. Las aerolíneas saben que la demanda es inelástica (la gente está dispuesta a pagar más por volar a ese evento) y ajustan los precios para maximizar sus ingresos.

Y las aerolíneas no venden todos los billetes al mismo precio. El sistema de Revenue Management divide los asientos de un avión en diferentes «clases tarifarias». Los asientos más baratos son los primeros en venderse y, a medida que se agotan, solo quedan disponibles los más caros. El anuncio del evento hace que las reservas se realicen a una velocidad mucho mayor, por lo que las clases de precio más barato se agotan rápidamente, dejando solo las más caras.

Subidas de forma preventiva

Los algoritmos analizan en tiempo real datos de reservas para eventos similares en el pasado.Getty Images/SIRIPHEN MALASITTHIWONG

En este complejo sistema de toma y daca, las aerolíneas no esperan a que la demanda aumente, sino que la anticipan. Sus algoritmos analizan millones de datos históricos y en tiempo real, incluyendo datos de reservas para eventos similares en el pasado, las búsquedas de vuelos a un destino específico (incluso si no se han realizado la compra final) y asimismo el algoritmo conoce el calendario de eventos importantes y ajusta los precios en previsión del aumento de la demanda. Por ejemplo, si el equipo local de una ciudad llega a la final de un torneo, el algoritmo de la aerolínea sabe que la demanda se disparará y sube los precios de forma preventiva.

Agencias de viajes y metabuscadores

Las agencias de viajes y los metabuscadores de vuelos también están conectados a estos sistemas de precios dinámicos. Cuando una agencia lanza una búsqueda de vuelo, el precio que recibe es el precio en tiempo real del sistema de Revenue Management de la aerolínea. Esto significa que las agencias no controlan los precios; simplemente actúan como un escaparate que muestra los precios que las aerolíneas establecen, reflejando al instante las fluctuaciones.

El mismo asiento puede costar 120 euros un día y 250 al siguiente; no ha cambiado la ruta ni el avión, sino la previsión de demanda

Portales como Expedia, eDreams, Booking o Skyscanner operan con motores que rastrean en tiempo real las tarifas de las aerolíneas. Cuando detectan un alza, actualizan sus precios de forma casi instantánea. En algunos casos añaden además un recargo propio, lo que multiplica la sensación de encarecimiento. Esto explica por qué un mismo asiento puede costar 120 euros un día y 250 al siguiente; no ha cambiado la ruta ni el avión, sino la previsión de demanda.

Efecto psicológico en el viajero

Curiosamente, esta subida repentina provoca otro fenómeno: el miedo a quedarse sin billete barato. El viajero, al ver cómo los precios se disparan, se apresura a reservar. Ese pico de ventas confirma al algoritmo que la demanda es real y empuja las tarifas aún más arriba. Una especie de círculo vicioso en el que gana siempre la aerolínea.

Cómo anticiparse a las subidas

Aunque evitar estas fluctuaciones no siempre es posible, los expertos recomiendan reservar vuelos internacionales entre 2 y 4 meses antes, y nacionales con uno o dos meses de margen, activar las alertas de precios en herramientas como Google Flights o Skyscanner, que notifican cuando una tarifa ha bajado, valorar aeropuertos alternativos de una ciudad cercana no afectada por los eventos y jugar con las fechas: llegar un día antes o marcharse un día después del evento puede suponer un ahorro. También evitar conectarse desde el mismo dispositivo a una búsqueda anterior en la que no se completó la compra (lo detectan y sube el precio del mismo asiento).

Tarifas según el estado del ánimo

La IA podría llegar a detectar la emergencia de volar y entonces sube el precio del billete.Getty Images

Si este tema ya puede parecer un exceso sobre el ansia de las compañías aéreas por aumentar sus ingresos aprovechando ciertas circunstancias, recientemente han aparecido otras informaciones que suben la apuesta a otro nivel: el de la utilización de la Inteligencia Artificial (IA) para el control de las emociones del comprador y en función de estas aplicarle un precio más o menos elevado.

Con la Inteligencia Artificial (IA) se podría llegar a aplicar al comprador un precio más o menos elevado en función de su estado de ánimo

Bajo el título La aviación entra en una nueva era: ya no se tarifican asientos, se tarifican emociones, la web xataka.com ha publicado un artículo en el que señala que este verano la aerolínea Delta Airlines personalizó precios en base a la urgencia de los usuarios con algoritmos de IA que recolectan toda la información que pueden sobre sus pasajeros para ajustar el precio más alto posible.

Esta práctica, conocida en Estados Unidos como «precios basados en la vigilancia» (surveillance pricing), consiste en que las empresas venden productos y servicios según la información personal que tengan sobre el cliente. Ello incluye saber desde cuánto estaríamos dispuestos a pagar por un servicio según nuestro nivel económico y social hasta un posible ejemplo más salvaje, que sería el de una aerolínea que pudiera utilizar modelos de IA para cobrar una tarifa más alta a un cliente porque sabe que acaba de sufrir una desgracia familiar y necesita volar forma urgente. En la actualidad en Europa llevar a cabo este tipo de prácticas resultaría difícil porque el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) prohíbe las decisiones automatizadas basadas en datos personales.