El informe destaca que los viajeros españoles empiezan a elegir Calabria «en lugar de Venecia», buscando una Italia menos masificada. La región, en la punta de la bota italiana, ofrece pueblos colgados sobre el Tirreno, playas aún tranquilas, restos de la Magna Grecia y una cocina contundente (la sobrasada «nduja», pastas picantes, cítricos) con precios mucho más suaves que otros iconos del país.