El Lexatin es un medicamento que altera las capacidades para ponerse al volanteArnelas

Multas

Esto es lo que te puede pasar si tomas un Lexatin y te pones al volante

España es líder mundial en el consumo de ansiolíticos y derivados

En los últimos años el Lexatin se ha convertido en uno de los fármacos más despachados en las farmacias españolas. En 2019 fue el tercer medicamento más vendido, mientras que en 2021 la Agencia Española del Medicamento ha confirmado un consumo de 59 dosis de ansiolítico y día por 1.000 habitantes. De hecho se calcula que más de dos millones de españoles los consumen.

Asiolíticos

Quién dice Lexatin dice toda una serie de medicamentos y ansiolíticos de la familia de las Benzodiacepinas (Lorazepam, Orfidal, Valium…) comercializados bajo múltiples nombres y que forman parte de los 5.000 fármacos que según la Agencia Española del Medicamento pueden reducir la capacidad para conducir e incluso generar falsos positivos en controles antidroga y de alcoholemia.
Se trata de una verdadera droga ‘consentida’ del siglo XXI que debería formar parte exclusivamente del arsenal farmacéutico de los médicos para luchar contra estados de ansiedad, obsesivos, fobias, hipocondrías… Pero cuyo consumo ha sido popularizado e interiorizado por muchos para el desarrollo de su vida diaria si ninguna precaución.

Los envases incluyen un pictograma advirtiendo sobre sus efectos sobre la conducción

Es cierto que los envases incluyen un pictograma advirtiendo sobre sus efectos sobre la conducción, pero en ningún caso supone una prohibición.
Pero el problema de los Lexatines va mucho más allá de un positivo en un control de la Guardia Civil. El problema es que como indica con toda claridad en su prospecto se trata de un medicamento que altera las capacidades para ponerse al volante. Tal y como dice literalmente:

Prospecto del Lexatin

«La capacidad para conducir vehículos puede verse negativamente afectada por la sedación, la dificultad de concentración y el deterioro de la función muscular que puede aparecer como consecuencia del tratamiento»
Los estudios europeos en la materia revelan que hasta en un 8 % de los accidentes de tráfico el conductor estaba tomando benzodiacepinas. El problema es que se toman antes de ir a dormir, para tratar de asegurar la calidad de sueño, pero por la mañana su efecto es aún muy potente sobre el organismo, por lo que no se está en condiciones para ponerse al volante de un coche.
Desde 2016 la Ley de Tráfico ha aclarado si se puede o no conducir bajo los efectos de este tipo de medicamentos:

Ley Tráfico

«No se puede conducir cualquier vehículo con presencia de drogas en el organismo, de las que se excluyen aquellas sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica, siempre que se esté en condiciones de utilizar el vehículo conforme a la obligación de diligencia, precaución y no distracción establecida en esta norma»

Automedicación

Lo que dicta con toda claridad que podemos conducir bajo los efectos de las Benzodiacepinas siempre que podamos acreditar con la correspondiente receta que forma parte de un tratamiento pautado por un medico. Esto debería librarnos de cualquier falso positivo que pudiéramos tener en un control de drogas. También es cierto que conviene llevar con nosotros la receta para demostrarlo.
Hay que tener en cuenta la parte que hace referencia a estar en condiciones para utilizar el vehículo, pues la Guardia Civil puede determinar que no estamos en condiciones e inmovilizar el automóvil.
El problema viene con la automedicación, pues al no poder demostrar que nuestro consumo está pautado, la policía puede aplicarnos la normativa por consumo de drogas al volante, que establece una sanción de 6 puntos y hasta 1.000 euros. En este caso la percepción de la autoridad sobre nuestro estado también es clave, en caso de vernos muy afectados será considerado como un agravante dejando constancia de ello en la denuncia, lo que puede constituir un delito.