Las normativas municipales con muy claras sobre aparcamiento de motos y scooter
Nueva movilidad
La multa por candar tu moto o bicicleta a un árbol
Las ordenanzas municipales de cada localidad establecen la manera correcta de aparcar las motos en las aceras y si está o no permitido
Desafortunadamente los ayuntamientos se han tenido que poner serios con el descontrol de motocicletas, scooter, patinetes, bicicletas y en general nuevos inventos de movilidad personal que han plagado las aceras de las ciudades.
Llegaron de la noche a la mañana, casi sin hacer ruido, y de repente los consistorios se encontraron con el problema de regular su funcionamiento, empezando por la DGT que tampoco tenía un marco legal establecido que regulara su funcionamiento y dentro del cual pudieran moverse los ayuntamientos.
Normas de obligado cumplimiento
En ciudades como Madrid la cosa se ha puesto seria, y se han establecido zonas de aparcamiento obligado para este tipo de vehículos, a la vez que están en proceso de reducir su número drásticamente.
Imagen habitual de cómo acaban los patinetes en la ciudad
En el caso de las motocicletas, el Ayuntamiento de la capital ya lo reguló hace años, las motocicletas y scooter pueden aparcar en las aceras, pero las aceras deben tener un ancho mínimo de tres metros y las motos deben aparcarse en paralelo al edificio. Sólo pueden aparcar en perpendicular en las aceras de más de seis metros. En caso contrario, tal y como ocurría antes, pueden recibir una multa de hasta 200 euros.
Atar la motor a un árbol
Atrás queda también la vieja costumbre de ‘candar’ la moto al mobiliario urbano o a los árboles, una costumbre extendida hace años. De nuevo esta sanción entra dentro de las ordenanzas municipales, que es quién debe regir el correcto funcionamiento de el tráfico y la movilidad.
En esta caso en Madrid, por ejemplo, la multa por atar la moto a un árbol o mobiliario urbano como farolas o similares es de 30 euros. Similar a lo que ocurre en las mayor parte de ciudades españolas.
Nada de farolas, banco o árboles, por firmes que parezcan
Por último si se nos ocurre la 'feliz' idea de atarla a un árbol y lo deterioramos con la cadena o el mecanismo que usemos, o si lo quemamos al salir ardiendo la moto, o muere por una fuga de combustible o algún producto químico que desprenda la moto, podemos incurrir en un delito ecológico, con una sanción que según localidades puede ir de 1.000 a 3.000 euros. Esto es extensible a patinetes, bicicletas…