Las gasolineras de hipermercado también se integran dentro de las conocidas como los cost

Las gasolineras de hipermercado también se integran dentro de las conocidas como los cost

Carburantes

Cepsa blanquea a los combustibles 'low cost' y reconoce que no son perjudiciales para el motor del coche

La reciente adquisición de una petrolera de bajo coste supone el reconocimiento expreso de la calidad de este tipo de combustibles

La historia de los combustibles de bajo coste en España comienza en 2013, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy liberalizaba el sector de los combustibles con la ley 11/2013 de 23 de julio.

Literalmente, el decreto de Rajoy tenía como objeto «eliminar barreras administrativas, simplificar trámites a la apertura de nuevas instalaciones de suministro minorista de carburantes y fomentar la entrada de nuevos operadores».

Subida de precios

Entonces Rajoy trataba de combatir el alza de los precios de los combustibles, pues en 2013 el litro de gasolina costaba 1,40 euros mientras que el litro de gasóleo estaba en torno a 1,30 euros, un precio muy elevado si nos remontamos una década atrás.

Los combustibles low cost se quitan la etiqueta de baja calidad para siempre

En aquel momento Repsol, Cepsa, BP y Galp controlaban un sector en el que también operaban en menor medida cooperativas agrícolas, hipermercados y gasolineras independientes.

Y nacieron las low cost

Esta ley permitió entrar en juego a nuevos operadores, la mayor parte españoles, que se lanzaron al negocio de la venta de combustible aprovechando el hueco de mercado existente; el autoservicio y las gasolineras de bajo coste, habían nacido oficialmente las gasolineras low cost.

El alza de los precios de los carburantes durante estos años ha sido el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de estas estaciones de servicio baratas, anteriormente conocidas como gasolineras de marca blanca, aunque el marketing popular ha hecho de las suyas y han acabado siendo conocidas como low cost, un término cargado de connotaciones negativas.

Cepsa ha alterado para siempre el ecosistema de las petroleras

Lógicamente las cuatro grandes petroleras estaban encantadas con esta denominación, que levantaba un muro de calidad entre los carburantes que ellos despachaban y los que se vendían en las estaciones de bajo coste.

Nada más lejos de la realidad, pues más del 80 % de los combustibles que se dispensan en nuestro país tiene el mismo origen (Exolum) y la única diferencia estaría en los aditivos con los que los enriquecen las petroleras inmediatamente antes de su venta. Por lo tanto podemos hablar del mismo combustible.

Eclosión de gasolineras

En 2013 había en España 10.000 estaciones de servicio, de las cuales las petroleras premium controlaban unas 7.000, ya fuera en régimen de propiedad o de explotación, y otras 3.000 pertenecían a la iniciativa privada, entonces tan sólo las gasolineras de bajo coste de los hipermercados podían asimilarse a las que hoy conocemos como low cost.

Diez años después España cuenta con unas 12.500 estaciones de servicio, de las cuales la mitad pertenecen a la categoría low cost, mientras que la otra mitad pertenece a los grandes operadores.

Esto significa que mientras las estaciones de servicio premium no han crecido significativamente en número, las low cost (dentro de las cuales se incluyen también las autoservicio y supermercado) han duplicado su proporción, hasta el punto de que a día de hoy una de cada dos estaciones de servicio pertenece a este colectivo.

Una de las mal llamadas gasolineras low cost

Es difícil saber el porcentaje exacto de combustible que dispensan este tipo de establecimientos, pero los cálculos aproximados dicen que hasta un 40 % de los carburantes que se venden en España pasan por sus manos, una auténtica barbaridad.

Si no puedes con ellos, únete a ellos

Tras años de ningunear a este tipo de establecimientos Cepsa, se ha rendido a las evidencias y ha aceptado que el negocio de los carburantes low cost ni es perjudicial para los motores ni puede provocar una avería. La compra de Ballenoil por parte de Cepsa supone el blanqueamiento definitivo a una línea de negocio al que no han podido vencer y han tenido que comprar.

Actualmente Ballenoil tiene 225 gasolineras, la primera low cost en cantidad frente a las 200 de Plenoil y a las 160 de Petrofix. Cepsa no sólo no tiene intención de renunciar a su identidad ballenera, sino que ha confirmado que los planes de expansión incluyen duplicar el número de establecimiento hasta los 500 en 2027.

Además del incremento en volumen de ventas, Ballenoil va a ser un banco de pruebas del que va a servirse Cepsa para dar cabida a fenómenos como la electrificación o los biocombustibles y combustibles sintéticos, para integrarlos posteriormente dentro de su gama de gasolineras premium.

Campsa Express, las gasolineras low cost de Repsol

Ballenoil nació en 2010 como un lavadero de coches que en su afán por crecer añadió un pequeño surtidor a sus servicios. A día de hoy sus señas de identidad son el servicio rápido, atendido y con la posibilidad de lavar el coche. Una empresa que creció en volumen de negocio un 50 % entre 2021 y 2022, alcanzando los 470 millones de euros de facturación.

Pocos conocen que Repsol dispone de sus propios establecimientos low cost, una docena en la actualidad, creados en 2013 y conocidos como Campsa Express.

Repsol sigue siendo líder del mercado español con 3.300 estaciones de servicio frente a las 1.400 de Cepsa.

El gurú de las gasolineras low cost: «la compra es una muy mala noticia»

Joseba Barrenengoa, el mediático propietario de una red de gasolineras low cost (EasyGas), considera la compra como una «malísima noticia, porque marca un cambio de tendencia, el mercado estaba pluralizado y este movimiento supone que más petroleras minoristas desaparecerán. El oligopolio del combustible vuelve a manos de las grandes petroleras».