
Medidas similares en otros países eliminaron miles de motos de las calles
Seguridad vial
Una decisión improvisada: miles de moteros afectados por el curso obligatorio de la DGT para las 125
Los malos datos de siniestralidad en carretera registrados en 2023 empujan a la DGT a tomar decisiones que están siendo duramente criticadas por usuarios y aficionados
El sector de las dos ruedas lleva dos días en shock. El motivo fue el anuncio realizado por la Dirección General de Tráfico (DGT) referente a la prohibición que impide que los conductores de coche con carnet B desde hace más de tres años, puedan ponerse al volante de motos de hasta 125 centímetros cúbicos de cilindrada o 15 caballos.
Esta decisión cambia las reglas del juego en plena partida para el sector de las dos ruedas, e incluso para lo que ha sido denominado como la nueva movilidad, pues actualmente miles de conductores de coches con y sin etiqueta habían recurrido a este tipo de vehículos para moverse por las ciudades por su rapidez y facilidad de uso.
Datos en carretera
La DGT justificaba esta decisión anunciada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por los malos resultados de siniestralidad en carretera de 2023, que calcan los del año pasado con 1.145 fallecidos, de los cuales 299 eran moteros, casi un 20 % más que el año anterior, un dato que revela que algo están haciendo mal en materia de motos y seguridad vial.
Los accidentes en scooter y motos de 125 son habitualmente urbanos
La prohibición del uso de las motos de 125 a los titulares de carnet B debería haberse tomado hace tiempo, quizá en 2006, pues conducir un coche tiene entre poco y nada que ver con ponerse a los mandos de una moto con la que incluso puedes salir a carretera, pero a día de hoy esta solución parece más un golpe de efecto o un parche a un problema de fondo.
100 % carretera
Si tenemos en cuenta que el crecimiento de los fallecidos en moto se ciñe exclusivamente a carretera, pues desconocemos los datos en ciudad, y que son puntuales los casos de motoristas que salen a ellas en motos de esta cilindrada, quiere decir que esta prohibición va a afectar básicamente a la utilización de la motocicleta en ámbitos urbanos.
No es habitual que las motos de 125 salgan a carretera
Por la misma razón, debería prohibirse el uso de patinetes eléctricos y bicicletas eléctricas sin tener una habilitación específica, tal y como se va a pedir a los conductores de motos de 125. Permitir utilizar este tipo de moto a un conductor de coche experimentado tiene la misma lógica que dejarle ponerse al volante de un camión: ninguna.
En paralelo, se adoptan otras medidas más que correctas como son obligar a los moteros a usar cascos cerrados o modulares y guantes, pero se pierde una oportunidad de oro para legislar también el uso obligatorio incluso en verano de chaquetas con protecciones e incluso chaleco con airbag.
Primeras reacciones
Las primeras reacciones de un sector que aún está asimilando lo ocurrido son enfrentadas.
Asociaciones de aficionados como la Plataforma Motera para la Seguridad vial y la Unión Internacional para la Defensa de Motoristas coinciden en que los datos son muy elevados. La primera califica de error la decisión tomada en 2006, mientras que la segunda habla de un fracaso en toda regla de la DGT en su política de control de alcohol, velocidad y distracciones en carretera.
Las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico comparten la visión de que la decisión debería haberse tomado antes.
Nadie habla de las repercusiones económicas sobre el sector y las empresas de alquiler
La patronal del sector (ANESDOR) confirma sentirse profundamente preocupada por los datos, a la vez que cree que esta prohibición no es la solución. Por un lado, perjudica a la nueva movilidad y por otro la experiencia de Alemania y Francia, países que puso Pere Navarro como ejemplo, no justifican esta decisión.
Repercusiones económicas
Mientras nadie ha hablado aún de las repercusiones económicas de una decisión que va a afectar a sectores como el reparto de comida a domicilio, la mensajería o las motos de alquiler (motosharing), empresas como Acciona, Cooltra o Momoven mantienen un cauteloso silencio a la espera de los detalles de una decisión que será de obligada aplicación a lo largo del año.