Mucho cuidado al abonar combustible con tarjeta

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Seguridad

El nuevo robo al pagar con tarjeta en la gasolinera del que ya advierte la policía

Peajes, estaciones de servicio y carreteras en general se han convertido en zonas de actuación para cuatreros que nos desvalijan el coche o la tarjeta de crédito en cuestión de segundos

Hace sólo unas semanas que las fuerzas de seguridad aconsejaban no parar en lugares apartados de la autopista AP-7 en el tramo que une Barcelona con Francia en la Junquera por los robos habituales de conductores. En esta carretera actúan verdaderas mafias organizadas, que utilizan diversos métodos para robar a los conductores.

En este caso las fuerzas de seguridad avisan de supuestos buenos samaritanos que nos avisan de que hemos pinchado o de que tenemos una avería para desvalijarnos el coche cuando paramos en el arcén.

Buenos samaritanos

También actúan los descuideros, que aprovechan los peajes o las gasolineras para llevarse lo primero que tienen a mano del interior de los coches, una verdadera lacra que lleva a la policía a avisar a través de los paneles de carretera de que no paremos salvo que sea estrictamente necesario.

Imagen del mecanismo para engañar al cliente

Aparentemente todo normal

En este caso desde los Estados Unidos nos llega este nuevo tipo de robo que desafortunadamente se ha hecho muy habitual allí y puede que no tarde en llegar aquí.

Sencillo y eficaz

En este caso los delincuentes copian la ranura de pago de los expendedores de la gasolinera con falsos datafonos que les permiten almacenar toda la información de la tarjeta de crédito.

Con estos datos aprovechan posteriormente para llevar a cabo decenas de compras ilegales sin que el dueño sea consciente de nada.

El falso datáfono sale sin problemas

El falso datáfono sale sin problemas

El robo está tan conseguido, que los delincuentes utilizan las mismas carcasas de los bancos en los surtidores, con lo cual es imposible distinguirlas de las reales salvo que tiremos de la misma, pues entonces te quedarás con el dispositivo en la mano.

Un sistema tan rápido como eficaz en el que el problema es que el conductor no se entera de que le han robado hasta horas después, tiempo que aprovechan para robar a su propietario con total impunidad. El crimen siempre va por delante.

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