Qué hacer ante los falsos positivos en controles de droga de la DGT que denuncian algunos conductores

Hace solo unos meses que la DGT confirmaba que este año iba a multiplicar el número de controles de drogas y alcohol en carretera hasta unos 140.000.

A día de hoy nadie duda de la validez de los controles de alcoholemia; de hecho, aquellos conductores que piden un contraanálisis de sangre en un hospital suelen descubrir unos datos incluso peores que los que arrojan los alcoholímetros de mano, aunque no ocurre lo mismo con las pruebas de drogas.

Falsos positivos

Los conocidos como Drogotest son capaces de descubrir restos de drogas en la saliva del conductor, pero presentan algunos problemas importantes de funcionamiento. Por un lado estos test detectan la presencia de drogas incluso semanas después de haberlas consumido, lo que supone que, pese a no estar bajo los efectos de estas sustancias, puedes ser sancionado.

Pero el segundo y más grave de los problemas es la existencia de falsos positivos de conductores que jamás se han «fumado un porro». La realidad es que hay decenas de medicamentos y productos de farmacia que tienen sustancias que pueden desencadenar un falso positivo, un problema mucho más habitual de lo que parece.

En estos casos conviene disponer de un certificado del medicamento que consumimos firmado por un médico y de su posible influencia sobre los análisis.

El único procedimiento pasa por pedir una prueba de sangre en un centro médico sobre la marcha. Es cierto que en los controles de drogas los agentes toman dos muestras, la que analizan y una segunda denominada de contraste, pero, si la primera es positiva, lo más probable es que la segunda también lo sea.

La verdad por delante

En este caso lo normal es encontrarse con la oposición de los agentes de la Guardia Civil, pues les obliga a desplazarse hasta el centro de salud para certificar que la prueba es correcta y la correcta obtención y custodia de las muestras.

Los agentes suelen advertir que, en caso de dar positivo, el conductor sumará a la multa por consumo de drogas seis puntos y 1.000 euros, además del precio de la analítica. Pero a día de hoy es la única manera de probar que no hemos consumido drogas y terminar así con la sanción.