Los vehículos fueron rescatados por grúas de la EMT madrileña
Electrificación
¿De qué marca y modelo son los dos coches eléctricos que han ardido en un aparcamiento subterráneo de Madrid?
Fueron necesarias 8 dotaciones de bomberos para apagar el incendio. Los vehículos han tenido que quedarse posteriormente custodiados para evitar que vuelvan a arder espontáneamente
Las estadísticas no engañan, por cada ocho coches con motor de combustión que arde tan sólo se incendia un coche eléctrico, teniendo siempre en cuenta la diferencia proporcional entre el número de unos y de otros que existente en la actualidad.
El problema es que tal y como ha ocurrido ya por segunda vez en Madrid en el plazo de un mes, cuando arde uno de estos coches las consecuencias son impredecibles. Básicamente el problema radica en que los coches eléctricos arden aparcados, sin avisar, en cualquier momento y con el coche apagado.
Consecuencias impredecibles
Por si esto fuera poco son extremadamente difíciles de apagar, su extinción requiere de decenas de bomberos y miles de litros de agua.
Los bomberos están obligados a usar respiración autónoma por los gases
El primero de los incendios ocurrió las pasada navidades en el aparcamiento de la Plaza de Colón de la capital, mientras que el segundo se registró el sábado a las 14:00 horas en un aparcamiento subterráneo de Marqués de Urquijo.
Tal y como explican los bomberos el fuego se inició en el primer sótano, en lo que sería una zona de estacionamiento de una de las empresas de carsharing que opera en la capital.
Vehículos de uso compartido
Este tipo de vehículos están bastante mal cuidados porque van de mano en mano y en múltiples ocasiones tienen pequeños golpes y desperfectos que nadie arregla, y tal y como es sabido las baterías sufren con este tipo de golpes y pueden llegar a arder. Sobre todo cuanto más antiguas son al incorporar tecnología de baterías menos estable que tiene más probabilidades, especialmente si están en operaciones de carga rápida.
El estado de los vehículo hace difícil reconocerlos
En este caso se trata de dos Renault Zoe, tal y como se puede comprobar en las imágenes facilitadas por los bomberos, un modelo que ya no se vende y que fue uno de los primeros eléctricos urbanos en llegar al mercado.
No se puede culpar a nadie pero se impone el desarrollo de una normativa específica sobre estacionamiento de coches eléctricos en subterráneo. Al igual que ocurre en los barcos de transporte de vehículos deben contar con vigilancia constante con cámaras y que se analice de una vez por todas si es seguro o no que las operaciones de recarga de la batería se realicen bajo tierra.